La selección de un elenco de once hospitales del país en los que se aplicarán las nuevas terapias avanzadas para el cáncer ha generado malestar en algunas comunidades autónomas, entre ellas Madrid y Navarra. Asturias ha sido excluida del catálogo inicial, al igual que el conjunto del noroeste de España, pero las autoridades sanitarias del Principado no han formulado queja alguna. Se han limitado a expresar su intención de enviar a Estados Unidos o a Alemania a algunos hematólogos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para que el complejo sanitario de Oviedo pueda empezar a administrar dentro de seis meses las nuevas inmunoterapias a determinados tipos de leucemia o linfoma.

Ayer, con ocasión de la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el consejero de Sanidad de Madrid se mostró disconforme con la selección de los centros asignados a su comunidad, donde con una población de 6,5 millones y con cuatro centros "como mínimo" que cumplían los criterios sólo se han designado el Gregorio Marañón y el Niño Jesús, este último para pacientes pediátricos. A su juicio, el Hospital de la Paz y su centro Materno-Infantil deberían estar acreditados.

En el mismo sentido se pronunció el consejero de Sanidad de Navarra, Fernando Domínguez, quien expresó su queja por la exclusión de los centros hospitalarios de la comunidad -en alusión a la Clínica Universidad de Navarra y al Complejo Hospitalario de Navarra-, ya que "están perfectamente capacitados y tienen experiencia", argumentó.

La ministra de Sanidad, la asturiana María Luisa Carcedo, aseguró que la dispersión de centros especializados en terapias CAR-T "no va a ser motivo de desatención para nadie".