Los grandes retos del Museo de Bellas Artes de Asturias para la próxima legislatura son, en este orden, completar la Ampliación de sus instalaciones con la ejecución de la esperada fase 2 del proyecto de Patxi Mangado, y ampliar su capacidad presupuestaria, con una mayor aportación de las instituciones públicas pero también evaluando la posibilidad de acceder a otras fuentes de financiación. Así lo constató ayer la Junta Directiva de la gran pinacoteca asturiana, en una reunión que sirvió para cerrar la actual legislatura y para aprobar el programa de actividades para los próximos meses.

La necesidad de retomar la fase 2 de la Ampliación, que fue aparcada por el Gobierno regional pese a que Javier Fernández se había comprometido a impulsarla, es a ojos de la actual junta directiva, presidida por el consejero de Educación y Cultura Genaro Alonso y que será renovada tras las elecciones, el reto más importante que ha de afrontar el museo en los próximos años. Especialmente una vez que se han convocado ya dos de las tres plazas de personal que permanecen vacantes.

En esa segunda fase se deberían resolver los problemas que impiden utilizar los depósitos de obra propios del museo y también los de conexión entre la Ampliación y el Palacio de Velarde, además de dotar a la pinacoteca de un salón de actos.

Sobre las dos plazas convocadas -de técnico de programas educativos y de ayudante de conservación de artes industriales artes gráficas-, el director del museo, Alfonso Palacio, precisó en la reunión que la previsión es que las pruebas selectivas se desarrollen en noviembre, y que se está estudiando escalonarlas para facilitar a los aspirantes que puedan participar en ambos procesos, ya que varios interesados que se han dirigido al museo han expresado su interés por inscribirse en las pruebas para las dos plazas. Respecto a la otra vacante, la de conservador de arte contemporáneo, la previsión es que se dote a lo largo de 2020.

Presupuesto

Otro de los retos del Bellas Artes cara a la próxima legislatura, a juicio de la junta directiva, es el incremento de los presupuestos del museo, que desde 2011 está estancado en una cifra que oscila entre el millón y medio y los dos millones de euros, cuando hace quince años superaba los cuatro millones. Una contención que se ha dejado notar en el capítulo dedicado a la adquisición de obras, cuya desaparición en las cuentas autonómicas desde 2013 ha impedido a la pinacoteca acudir al mercado para ampliar sus fondos.

Además de la reclamación de que las administraciones públicas aporten más fondos, la junta directiva considera que en la próxima legislatura se tienen que ampliar las fuentes de financiación del museo, lo que podría suponer abrir el debate a un eventual cobro de entradas o a un modelo de acceso mixto -gratuidad para la exposición permanente y cobro de una entrada asequible para las exposiciones temporales-. Un debate, en todo caso, que la actual junta directiva considera que debe ir conectado a la reflexión sobre un nuevo marco jurídico para el museo que lo dote de más independencia, y a la incorporación de miembros ajenos al espectro político al patronato.

Por último, la junta directiva aprobó el programa de actividades para este cuatrimestre, que incluye una exposición sobre la obra de José Zamora Montero -el fotógrafo de la fábrica de Arnao cuya trayectoria ha sido recuperada por una reciente investigación de Juan Carlos de la Madrid y Alfonso García-, y la llegada como "Obra invitada" de la escultura "Desocupación de la esfera", de Jorge Oteiza, procedente de la colección Liberbank.