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Un lenense logra la primera custodia compartida del mundo árabe

El caso de Borja Brañanova, una ardua pelea legal en Dubai, se ha convertido en un hito judicial de apertura de la ley islámica a Occidente

Borja Brañanova, con sus hijos Sebastián y Olaya.

"Me decían que era un soñador". Borja Brañanova, ingeniero lenense que reside desde hace más de quince años en Dubai, está separado de su esposa sudafricana, empezó en 2016 y con pocas bazas una batalla personal por sus hijos, Sebastián y Olaya, que ahora tienen cinco años y medio y cuatro. Y contra todo pronóstico logró la primera custodia compartida del mundo árabe. Esa resolución judicial es un hito histórico en países que se rigen por la ley islámica, en los que es impensable separar a los niños de su madre y que el padre se responsabilice de su cuidado, y ha sido posible gracias a la tenacidad del asturiano y a un trabajo jurídico excepcional, en el que han colaborado expertos en derecho de familia y derechos humanos de la talla del catedrático jubilado de Derecho Civil Xavier O'Callaghan, que fue magistrado del Supremo. La lucha de Brañanova ha trascendido lo particular y ayudará a muchos padres en una situación similar, extrajeros residentes en países donde los jueces aplican la sharia y que han de resignarse a no compartir su vida con sus hijos al menos hasta que lleguen a la mayoría de edad o, en el caso de las niñas, hasta que se casen.

La Confederación por el Interés de la Infancia (CEMIN) ha considerado que lo logrado por Borja Brañanova y el equipo multidisciplinar que lo han sostenido y ha hecho posible que Sebastián y Olaya crezcan a su lado merece un reconocimiento y el pasado mes presentó su candidatura al premio "Princesa" de la Concordia. También se extiende esta nominación al sistema judicial de Dubai, por su valentía al abrirse a realidades y usos que son ajenos a su cultura e "impulsar la aplicación de las normas de Derecho Internacional de los Derechos Humanos que amparan a los menores".

Junto a Flora Calvo y O'Callaghan han estado, trabajando en favor de su cliente y por convicción propia, las abogadas Isabel Winkels, Pilar Bueno y Maite Parejo; los juristas árabes Mukhtar Al Gharib y Ahmad Al-Rajoub; el ex magistrado del Supremo José Almagro; el experto en Derecho de familia sudafricano Ferdinand Hartzenberg; el psiquiatra Álvaro Rivera y otros profesionales. Pilar Bueno, secretaria de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, declara estar "encantada con la candidatura". "Me parece un regalo", asegura. "La cuestión no es el divorcio sino dos menores que son españoles y a los que hay que aplicar un derecho que a ese país le es ajeno", explica. Ese requerimiento hubo de ser trasladado a Emiratos Arabes "con la máxima cordialidad" para que sus magistrados no lo consideraran "una injerencia".

"En Dubai tenemos el problema de que el ordenamiento jurídico es hermético y que su cultura es muy distinta a la nuestra. Hay que escuchar y aprender", refiere la letrada. En Europa, por ejemplo, el ordenamiento en Derecho de familia es similar y existen reglamentos de actuación asumidos por todos los países. "Cada vez tenemos más parejas trasnacionales", argumenta Bueno y hace ver que "las relaciones personales van más deprisa que el derecho".

Algo que es visto con normalidad en Europa constituye una absoluta rareza en Emiratos Árabes, donde los niños son criados por nanis y los padres asumen todos los gastos de su crianza y educación aunque sea la madre la que tiene todos los derechos sobre ellos. "Debería haber un reglamento de menores más internacional", defiende Bueno, pero de momento no es así. "El mundo del derecho de familia ha cambiado tanto... El derecho no puede ir a la misma velocidad que la sociedad y no se puede legislar a golpe de titular", reflexiona.

Isabel Winkels es la primera a la que recurrió Borja Brañanova y la que puso en marcha el mecanismo. "El primer dictamen que preparamos tiene fecha del 13 de mayo del 2016", rememora. Winkels argumentó que Borja Brañanova "es español, que el y su mujer se casaron en la embajada española y que se debería aplicar la legislación española". Para la redacción de aquel dictamen recurrió a Flora Calvo, profesora de Derecho Internacional Privado en la Universidad Rey Juan Carlos. Entre tanto, Brañanova localizaba a un abogado en Dubai, que fue quien abrió fuego en los tribunales de país invocando la aplicación de la ley española en beneficio del asturiano y sus hijos. Para el dictamen de la apelación Winkels vuelve a contar con Calvo y recluta a Xavier O' Callaghan y José Almagro.

Primera instancia decide una custodia materna pero, como relata Winkels, "en la apelación ya se acuerda la custodia compartida, pasa al Supremo y este mantiene la custodia compartida e indica a las partes que deben acordar un plan de parentalidad". "Es ahí cuando rompen con la tradición", señala. Se trata de admitir que los extranjeros pueden ser juzgados por sus propias leyes, que no se les debe aplicar la sharia y eso constituye un importantísimo hito, una evolución y un avance imparable", explica.

Winkels lo interpreta como "un gesto aperturista a Occidente, de acogimiento a los extranjeros" y reconoce la "valentía" de los juristas árabes por "abrir sus miras a otras culturas". "La cultura y el ordenamiento jurídico de Emiratos no entiende la vinculación del padre con los hijos que hay en Europa, pero yo no necesito que lo entiendan sino que lo respeten", agrega.

"La pelea ahora es cómo se ejecuta la custodia compartida, y convencer al tribunal para que Borja pueda traer a sus hijos a Luarca, igual que a la madre le permiten salir con ellos del país y viajar a Pretoria. Quizás habrá que recurrir al Gobierno del Principado para inspirar absoluta confianza a los jueces y hacerles ver que la familia extensa de los niños está aquí, que es su país y que necesitan el contacto piel con piel con sus abuelos, sus primos...", expone Pilar Bueno.

Isabel Winkels no duda de que Brañanova lo logrará. "Es admirable su capacidad de lucha y el amor de Borja por sus hijos, no ha aceptado un no por parte de nadie, sin su fuerza y su valentía esto no hubiera sido posible", afirma.

El asturiano se ha jugado mucho por sus hijos, se ha dejado su patrimonio en ello y se ha expuesto a situaciones difíciles. Sobre el han pesado tres ordenes de arresto por desacuerdos con la madre de sus hijos.

Para que Sebastián y Olaya tengan la posibilidad de salir de Dubai con su padre será decisiva la intervención de Maite Parejo.

"Isabel, que es la que empieza con el proceso, se da cuenta que hay vulneraciones de los derechos fundamentales de los niños, como que no puedan viajar a España, y es cuando contacta conmigo", explica Parejo.

Ella ha movilizado a las autoridades españolas, se ha encargado de hacer llegar el caso de Borja Brañanova al Ministerio de Asuntos Exteriores y de activar a la Embajada. No ha intervenido en absoluto en los asuntos de Derecho de familia y ahora esperará a la ejecución de la custodia compartida para reiniciar su estrategia para conseguir que puedan viajar a España todos juntos.

De momento Borja y su ex esposa viven en la misma casa, con sus hijos, con el mínimo contacto entre ellos. En la custodia compartida se ha acordado alquilar una casa nido, en la que los niños residirán permanentemente y serán los padres los que entren y salgan, turnándose en su cuidado.

Parejo tendrá que hacer ver a los jueces de Dubai que "Borja lleva en ese país muchísimos años, que tiene su casa y su vida allí, y que no hay riesgo de que no vuelva con los niños". Y subraya que, en este caso, de lo que se trata es de los derechos de los niños, no de los de sus padres. "Se les está privando de conocer su identidad y su familia. Son españoles y no pueden viajar a su país", esgrime.

Borja Brañanova consiguió la custodia compartida de sus hijos en noviembre del año pasado. Afirma que la sentencia "abre una puerta a la esperanza" para muchos otros padres. En Dubai, comenta, viven diez millones de personas y nueve son extranjeras, abundan los matrimonios mixtos y situaciones como la suya son el pan de cada día. Los padres se resignan y se dan por vencidos. Borja no. "Me decían: te vas a gastar el dinero que no tienes y te vas a meter en un lío que no sabemos dónde va a acabar", cuenta y asegura que ser asturiano le ha dado la fuerza para luchar por sus hijos. Sueña con el dia en que Sebastián y Olaya puedan corretear por los prados, ir a la plaza, disfrutar de la montaña y abrazar a sus abuelos y sus parientes asturianos.

"Esta no es una victoria de una parte sobre la otra, es una victoria de todos, a nadie se le discrimina, los niños tienen acceso a sus dos padres y a sus culturas", sostiene este ingeniero lenense.

"En el islam no existe la custodia compartida, no está legislada, pero yo pienso que si el mundo se abre a las distintas formas de entender la familia será más fácil que nos entendamos en otras cosas, incluso políticamente", afirma.

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