Nacho Martín (Cañizal, Zamora, 1959) se disfraza... "Me visto o me caracterizo, el disfraz se compra en los chinos"... del conde Dooku de "La guerra de las galaxias". Es tres años mayor que Christopher Lee cuando encarnó al personaje. Es socio de la asociación "Orden 66".
- ¿Qué tal está usted?
-Bien, pero tengo un problema de columna bastante jorobado.
- ¿Por su estatura?
-Y porque empecé a descargar camiones con 15 años.
- ¿Cuánto mide?
-Metro noventa y seis, pero llegué a rozar los dos metros.
- ¿En qué trabaja?
-Soy pensionista. Trabajé 25 años en la Cooperativa de Hostelería y similares, que repartía bebida por toda Asturias, y cuatro en control de material de un almacén de fontanería. A los 40 años empecé con los problemas de espalda y he sufrido dos operaciones de columna. Tengo unas barras de titanio sujetándome la columna.
- ¿Desde cuándo vive usted en Gijón?
-Me trajeron con dos años. Mi padre hizo la mili en el cuartel de Simancas, le gustó esto e hizo sus contactos y vino a trabajar. Acabó siendo policía municipal. Crecí en Fernández Ladreda, hoy avenida de la Constitución.
- ¿Cuándo descubrió "La guerra de las galaxias"?
-En el estreno, hace 42 años, con los amigos del barrio, en un cine de la calle Corrida, no recuerdo si Cristina o Robledo. Íbamos al cine una vez a la semana. Hicimos casi una hora de cola y cuando llegamos quedaba solo la primera fila. Teníamos la pantalla delante'l focicu.
- ¿Le gustaba la fantasía?
-En tebeos.
- ¿Y la película?
-Era muy llamativa por los efectos especiales cuando se hacían con pólvora e hilo de pescar. Ahora los chavales están acostumbrados a ver de todo. Cuando sale la nave en persecución de la de la princesa quedé mirando como un tonto. Desde aquel día pedimos siempre primera fila cuando había efectos especiales, como en "Terremoto".
- ¿Siguió viendo la serie?
-Toda la vida.
- ¿Cuándo empezó a vestirse de personaje de "Star Wars"?
-En octubre hará tres años. Me hubiera gustado ser Darth Vader, pero el traje cuesta más de 1.500 euros. Es mucho peso y mucho material. Solo la capa real, en forma de medialuna, son casi diez metros cuadrados de una tela especial, para que tenga buena caída. Hecho a medida puede costar entre 200 y 300 euros solo la capa. Más la armadura, la electrónica, el distorsionador de voz...
- ¿Por qué empezó a vestirse de esa manera?
-Mi mujer y yo conocíamos a un matrimonio algo más joven que nosotros, Pili y Germán, que ya estaba en esto, empezaron a hablarnos y nos animamos.
- ¿Su mujer también se viste de "Star Wars"?
-De biker scout, los motoristas del bosque de "El retorno del Jedi", que ya la vimos juntos en su día. Entre noviazgo y matrimonio vamos a cumplir cuarenta años juntos. Se llama Covadonga Menéndez y le gusta esto más que a mí.
- ¿En qué trabaja?
-Es cocinera en la Cocina Económica.
- ¿Por qué escogió a su personaje, el conde Dooku?
-Por la estatura. Y todo el mundo me decía "te pareces mucho a Christopher Lee". Antes no llevaba barba. Empecé a dejarla el 14 de octubre de 2017 para parecerme más. Una "cosplayer" (persona que se disfraza y actúa como un personaje del cine, manga, cómic o videojuegos) invitada de la Cometcon de Oviedo preguntó por mí, por el parecido, y nos hicimos una foto juntos.
- ¿Nunca había hecho un Drácula antes, ni para Carnaval?
-No. Hasta que no me metí en esto nadie me había dicho nada del parecido. La primera película que vi en televisión fue una de "Drácula", en una noche de verano en Zamora, en casa de mi tía. Mis tres hermanos y yo quedamos tan acojonados que la tía tuvo que acompañarnos los veinte metros desde su casa a la nuestra.
- ¿Le gustaba Christopher Lee?
-En "El hombre de la pistola de oro" de James Bond no, pero es un tío que llena la pantalla y, además, le gustaba el heavy metal, como a mí. Me gusta toda la música buena.
- ¿Cómo consiguió el traje?
-Lo compré en una página web inglesa. Cuando llegó, las instrucciones estaban en chino. Di tú que para ponértelo no hace falta folleto.
- ¿Y cuándo lo estrenó?
-Cuando fuimos al estreno del episodio VIII: "Los últimos Jedi". Fue nuestro bautismo de fuego. Tenía un trancazu de la Virgen, fui con fiebre.
- ¿Se pasa bien?
-Sí. Los de la asociación son buena gente. Nuestra presencia en eventos es un acto benéfico, nos acompaña alguna asociación que se queda lo recaudado en el photocall.
- ¿Nunca cobra?
-No. Pagamos una cuota de socio de 5 euros al mes y con eso mantenemos la asociación. Esto lo hago porque me evade. Como cuando vas al cine y te olvidas de todo dos horas. Además, te reencuentras con gente cada tres o cuatro meses.
La asociación "Orden 66" tiene cuarenta socios y otros tantos colaboradores. El mayor es Felipe, de 65 años, recién jubilado, y la más joven, Laura, de 20. La mayoría de los socios andan entre los 30 y los 40 años y descubrieron la saga de George Lucas en la televisión y en el vídeo. Los miembros de esta fraternidad friki tienen todo tipo de formación y profesiones.
- ¿Cómo reacciona la gente cuando le ve en su papel?
-Hay críos que se asustan y lloran, pero fuera de eso siempre hay buen rollo. Presta cuando un crío sabe quién eres porque es un reconocimiento a lo que te lo has currado.
- ¿Tiene hijos?
-Uno de 29 años que hace su vida.
- ¿Qué opina de lo que hacen el conde Dooku y la biker scout?
-También le gusta y estamos intentando liarlo, pero no tiene demasiado tiempo porque trabaja en La Felguera, va y viene todo el día y cuando llega a casa...
- ¿Tuvo usted otras aficiones antes?
-Maquetas y miniaturas.
- ¿Por el contraste de tamaños?
-Creo que sí, que son complejos. Tuve una maqueta de tren eléctrico de cinco metros de largo de la que me deshice al cambiar de casa. Pasamos a una más pequeña y perdí la habitación para mí. Durante años, cuando tenía dos duros hacía maquetas de barcos, carros de combate, aviones.
- ¿Adónde le ha llevado el conde Koodu?
-Fundamentalmente por el centro de Asturias, pero también a Cantabria y Galicia. En Cantabria no tenían ningún evento friki y cuando fuimos invitados a Cantabria Alternativa conocimos a tres chicos que querían hacer esto y fundaron Orden de Revan Cantabria, que dicen que nos lo deben todo.
