Las colas empezaron a formarse dos horas antes de la apertura de puertas del Teatro Jovellanos, a donde a la una de la tarde llegaba el féretro con los restos mortales del gran actor asturiano Arturo Fernández. Para cuando quedó instalada la capilla ardiente, rodeada de decenas de centros florales, la sucesión de personas que quería demostrarle cariño al "Chatín" más famoso de España, fallecido ayer en Madrid a los 90 años, llegaba casi a la iglesia de San Lorenzo.
Y así, en un goteo continuo de visitas, que con el paso de las horas se está haciendo más intenso, está discurriendo el homenaje popular organizado en Gijón por el Ayuntamiento a uno de sus hijos predilectos, el que mejor se movía por los escenarios del mundo.
"Un personaje irrepetible"
Como portavoz de la familia fue su único hijo varón, Arturo Fernández Sensat, quien agradeció la cantidad "de muestras de cariño y condolencias que hemos recibido, que han sido€ buf€ abrumadoras", decía. La familia, unida y muy entera, estuvo arropada en el escenario por toda la Corporación municipal, encabezada por la Alcaldesa, Ana González. Al inicio, recibiendo condolencias sin cesar y asistiendo al minuto de silencio que se cerró con un sonoro aplauso, estuvo la mujer que ocupó el corazón de Arturo Fernández en las últimas décadas, la ovetense Carmen Quesada. Pasado poco más de una hora, en torno a las seis de la tarde, llegaban el resto de familiares: su primera mujer, Isabel Sensat, y los hijos de ambos, Isabel, Arturo y María Fernández Sensat, y otros allegados.
Como "profundo gijonés, que llevó el nombre de Gijón por todos aquellos sitios donde actuó" lo definió la Alcaldesa. El presidente en funciones del Principado, Javier Fernández, incidió en la idea asegurando que "paseó su profunda asturianía por todo el mundo". Y el Alcalde de Oviedo -ciudad de la que Arturo Fernández era Hijo Adoptivo-, Alfredo Canteli, hizo humor en torno a una figura que nunca perdió, precisamente, ese gran sentido de la comedia: "Venimos a despedir a un personaje irrepetible. Le recordaremos siempre con mucho cariño y es posible que ahora vaya a bajar el precio de las manzanas", en referencia a sus gustos asturianos.
Velas, flores, poemas
Pero la verdadera historia la están escribiendo los cientos de asturianos, de todos los puntos de la región, que se suceden y hacen cola para larnzarle un beso al féretro de Arturo Fernández, dejarle una flor, un poema o una vela, que de todo se está llenando el teatro Jovellanos. "Se me acabó la risa", decía emocionada una mujer; "se nos ha muerto un fenómeno", añadía otro. Entre todos sumaban adjetivos para Arturo Fernández, reconociendo su capacidad de trabajo, su afán de mejora, su galanura y su condición perpetua de hombre cariñoso y desprendido. En todas las versiones, ya fuera de "Chatín", "Turín", o el "fenómeno", Arturo Fernández se llenó de honores.
Manaña será otra jornada larga de pésames, con el funeral de cuerpo presente, en la iglesia de San Pedro, a las 17.00 horas.
