¿Cómo una pequeña villa del Oriente asturiano acaba convertida en la capital estival de la danza española? Es algo insólito: la respuesta la tiene una veraneante, funcionaria de la Administración de Justicia, con treinta años de carrera en la Audiencia Nacional, enamorada del baile y de la pedagogía. María Herrera comprometió el patrimonio familiar en la primera edición del Encuentro de los Maestros de Colombres, hace ya tres años. Reconoce ser una bailarina frustrada y se ha sacado esa espina a lo grande, organizando un curso de verano que cada año va a más.

Apadrinado por Antonio Canales y con un cartel docente que este año encabeza el nuevo director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, empezó con diez alumnos. Este verano son treinta y, tras haber dejado a varios solicitantes, prepara su expansión, con un segundo escenario, para acoger a un segundo grupo de estudiantes y a más profesores.

Eso será el año que viene, aún queda mucho por hacer este verano. Hoy los alumnos bailarán en el Archivo de Indianos de Colombres, en una gala en la que se subirán a escena junto al maestro Canales, y cuya coreografía han supervisado Rubén Olmo y Ángel Rojas. La semana que viene habrá un segundo espectáculo, el día 31 y en el mismo lugar, en la que los alumnos mostrarán lo aprendido en la segunda parte del curso, con Maribel Gallardo, del Ballet Nacional de España, y Arancha Carmona, del Conservatorio Superior de Danza de Madrid. Más adelante, ambos montajes se presentarán juntos, en una sola función, en Madrid.

El Encuentro de los Maestros y las galas vinculadas a él son un atractivo más del verano en Ribadedeva, adonde estos días acuden no solo los bailarines y sus profesores, sino también sus familias, que se alojan en los hoteles del concejo. Movilizan a un interesante plantel de artistas: músicos como los que acompañan a los bailarines en las clases y los espectáculos, una formación que se agrupa expresamente para estos días y que se presenta como "La Nueva Indiana", las voces del Dúo Mixtura y el asesoramiento teatral de Alejandro Torregrosa, que asiste a los profesores de baile y enseña a los alumnos a explotar su expresividad y sacar partido a sus emociones para trascender la técnica.

El Encuentro que pone a Colombres en danza

El Encuentro que pone a Colombres en danza

Uno de los alumnos más brillantes de esta edición del Encuentro de los Maestros es Javier Moreno. Ayer hizo llorar a Canales con su baile. El 1 de septiembre ingresa en el Ballet Nacional de España y estos días aprende del que será su director, Rubén Olmo. "Lo estoy viviendo muy intensamente", dice sobre estas últimas jornadas en Colombres. Cuenta que entre el albergue El Cantu, donde se alojan profesores y estudiantes, y la carpa donde se imparten las clases pasan los días como "en una burbuja".

Son jornadas de convivencia intensa. Empiezan a las nueve de la mañana, y, tras cuatro horas de clase, la comida y "media horita" para descansar, vuelta al tajo, con otras cuatro horas más de aprendizaje. Susana Algora, alumna del Conservatorio de Madrid, con 15 pletóricos años, resume así las jornadas diarias. Su compañera, Patricia Almagro, también de Madrid, repite, tras la buena experiencia del año pasado. "Lo que aprendo aquí lo noto luego en el Conservatorio, estoy más suelta", comenta. De ese soltarse habla también Alejandro Espinosa, que tiene 20 años y que ha viajado desde Cádiz con su hermana. Ambos asisten a las clasess en Colombres, y para Alejandro es su primera incursión en la danza española. Cuenta que está viviendo "experiencias únicas", que el ambiente es "increíble" y que los profesores les ayudan a "descubrir lo que llevamos dentro, a soltarnos; podemos ser más nosotros, con la técnica de varios directores...". Hay alumnos de toda España, incluso una japonesa, Kazue Kodama, "enamorada del flamenco".

Y a todo ello se suma la singularidad del entorno, y las actividades lúdicas que se ponen a disposición de los participantes, como el descenso en Canoa del Deva o las fiestas patronales de San Emeterio, que se celebran estos días en Colombres.

Antonio Canales se viene arriba hablando de la riqueza folclórica de Asturias. "Si tiene que haber un ballet folclórico nacional tiene que estar en Oviedo, Asturias es el territorio de mejores danzantes y bailines", sostiene. Afirma que el de Colombres es un curso "pionero en España", y hace un llamamiento a los responsables del Principado, para que lo apoyen. De momento, en esta aventura María Herrera no cuenta con más apoyo que el del Ayuntamiento de Ribadedeva.