A sus 85 años el compositor británico John Mayall (Macclesfield, Cheshire, 1933) cautivó al público del teatro de la Laboral con un recital de blues y rock de principio a fin. Una actuación firme y de mando desde el centro del escenario en el que fue alternando guitarra y teclado durante su concierto en Gijón. Como si los años no pasasen por este "padre blanco del blues", que este año asumió el reto de recorrer el mundo con una gira aniversario tras la publicación de "Nobody told me", su último disco.

Desde el principio se ganó al público gracias a su naturalidad. Apenas unos minutos antes de comenzar con su repertorio, John Mayall estuvo departiendo con los asistentes y hasta firmando discos a sus más fervientes seguidores. Mayall cumplió con el tópico de la puntualidad inglesa y justo a las ocho de la tarde, sin protocolos de ningún tipo, comenzaron a resonar sus acordes por el abarrotado teatro de la Laboral, que congregó ayer, domingo, a unas ochocientas personas que le ovacionaron nada más salir a escena.

Tras la presentación de la banda que le arropó durante toda la velada, John Mayall se arrancó con un blues de escuela, un patrón de blues rock sobre el que se mueve con voz y al teclado. "Gimme one more day" fue su primer regalo al público que disfrutó con su entregada actuación de una imponente noche de blues.

El artista británico, muy firme durante todo el concierto, compartió protagonismo con Carolyn Wonderland, que además de llevar el peso de la guitarra se lució en la voz. Poderoso groove de batería y bajo que hacen avanzar los temas con seguridad y buen pie. Durante toda la noche, fue hilvanando temas que no escondían grandes sorpresas y se ajustaban a las maneras del blues rock, como "Moving out and moving on".

"Don't deny me" fue otro ejemplo de las dotes artísticas del que llaman "padre blanco del blues". Con "Why did you go last night" el público se arrancó a dar palmas. "Delta hurracaine" siguió en la misma línea de blues contundente que predominó durante todo un concierto en el que John Mayall se mantuvo firme, joven y fresco a sus 85 años como ya quisieran otros muchos artistas menos longevos. Un recital de blues que cautivó a sus fieles.