La ciudad de Gdansk, galardonada con el premio "Princesa de Asturias" de la Concordia, además de rompeolas de la historia europea y astillero de la Polonia que surgió con el sindicato Solidaridad, quiso presentarse ayer a los asturianos con la música que une pueblos y borra fronteras.

Fue a mediodía, en el gijonés paseo de Begoña, a pie de calle y junto al teatro Jovellanos. El rubianco sexteto de la "Dansk Down Town Brass" -viento y percusión-, cumplió con la embajada: del "Hallelujah" de Leonard Cohen, a Fred Astaire, "Queen" o Adele. Y "Stand by me". Algo también de música polaca. Las portuarias Gdansk y Gijón unidas no solo por el carbón: como dijo Schopenhauer, la música es el lenguaje universal.