Pasadas las diez y cinco de la mañana Siri Hustvedt, premio "Princesa de Asturias" de las Letras 2019, descendía de un coche a las puertas del hotel de La Reconquista. Es la primera de los galardonados en llegar a Oviedo.
Con ella viajaba su marido, el escritor Paul Auster, que la precede en una distinción que él recogió en el año 2006. El matrimonio Auster apareció bajo la lluvia y con algo más de media hora de retraso. El avión en el que venían aterrizó en Ranón y a lo largo del trayecto fueron acumulando retrasos por las aglomeraciones de tráfico en la autopista. Finalmente, aparecieron ante el hotel, Hustvedt espigada y vestida de negro, con abrigo y con pantalón, su marido en un discreto segundo plano, siempre unos metros detrás de ella, con una cazadora de piel marrón y cargando con un bolso al hombro. A las puertas del hotel se reunieron con la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, que fue quien los recibió y quien los condujo al interior del hotel donde se hospedarán los próximos días. La escritora, novelista, ensayista y feminista, tuvo un gesto cariñoso para con su marido, al acariciar su rostro.
Hustvedt no llegó a hacer declaraciones a la prensa que esperaba su llegada desde primera hora, junto a algunos curiosos que se fueron uniendo sin saber muy bien quien llegaba. Saludó nerviosamente, se detuvo unos minutos a posar para los fotógrafos bajo la lluvia y desapareció en el interior del edificio, junto a su marido, mientras seguían sonando las gaitas con las que fueron recibidos.
La de la pareja, que reina en la aristocracia intelectual neoyorkina, fue la primera llegada del día. A lo largo de esta tarde se esperan las de Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz, premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica y la de Peter Brook, de las Artes.