Pelayo Alonso y Carmen Villa pusieron banda sonora a la entrada de Siri Hustvedt en el salón de actos del IES Alfonso II de Oviedo. Los dos alumnos le dedicaron el "New York, New York", de Frank Sinatra, evocando la ciudad en la que la escritora vive y que ha narrado en algunas de sus novelas. Hustvedt, premio "Princesa de Asturias" de las Letras, mantuvo ayer al mediodía un encuentro con alumnos de ESO y bachillerato de toda Asturias, en el que respondió a sus preguntas sobre literatura y proceso creativo, feminismo y actualidad. Espontánea y risueña, generó a su alrededor un espacio de confianza y desde él reveló algunas interioridades de su relación con la literatura. "Todos somos criaturas de ficción", respondió a uno de los estudiantes, todos adolescentes, 172 en total llegados de 34 centros de toda la región, y explicó que hay "ficciones que damos por sentadas todos los días, y que son culturales" y que "las buenas son las que nos hacen darnos cuenta de cuáles son las malas".

Hustvedt tiene una presencia hipnótica. Expresiva y atenta a todo. No pasa desapercibida entre la multitud. Ayer contó a los chavales cómo tomó la decisión de hacerse escritora leyendo el "David Copperfield" de Dickens, con 13 años, en algo que describió como una especie de revelación. Estaba pasando una temporada en Reikiavik, en Islandia, con su familia. El sol no se ponía nunca, siempre era de día, y ella leía y leía el "David Copperffield" de Charles Dickens. "Hubo un momento en que sentí que yo era David, y eso me emocionó tanto que tuve que dejar de leer. Abrí la ventana, subí las persianas y entró toda aquella luz, y entonces pensé: si esto es lo que consiguen los libros, si puedo hacer que otro sienta lo que yo siento a través de ellos, eso es lo que quiero hacer".

"Las historias están por todas partes, nos rodean en la televisión, en internet... ¿Qué hace diferentes a los libros? Cuando lees uno creas imágenes en tu mente, es una experiencia muy íntima", explicó a los jóvenes, y les animó a frecuentar la literatura. "Hay un estudio que demuestra que 20 minutos de escritura al día mejoran la función inmunológica, la del hígado y la respiración", lanzó, y explotó en risas con su auditorio.

Hustvedt también hizo alguna reflexión sobre el feminismo. "Sigue habiendo una tendencia a sobrevalorar el trabajo de los hombres e infravalorar el de las mujeres", dijo, en respuesta a otra pregunta, y contó como hace años en Alemania le devolvieron una novela porque creían que la había escrito su marido, Paul Auster.

La escritora visitó la biblioteca del centro, guiada por su responsable, Santiago Recio Muñiz, repartió firmas y dedicatorias, y se fue del Alfonso II con un retrato, obra una de las profesoras, Malen Manzaneque.