La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CHEMA MADOZ | Fotógrafo, premio "Aula de las Metáforas" 2019

"Hay cierta cercanía entre poesía y fotografía"

"Tengo imitadores, sí, pero es que el mío es el territorio del objeto, al que se acercan infinidad de artistas y en el que no tengo patente de corso"

Chema Madoz, en una de sus visitas a Asturias. IRMA COLLÍN

El fotógrafo madrileño Chema Madoz necesita poca presentación. Premio Nacional de Fotografía, sus imágenes se deslizan de lo cotidiano a lo onírico. Por esa cualidad poética de sus fotografías el Aula de las Metáforas, que tiene su sede en Grado, lo acaba de distinguir con su premio bienal. Lo considera "uno de los más admirables poetas visuales de nuestro tiempo, y su obra, una de las más sobresalientes experiencia artísticas contemporáneas". Madoz tiene previsto viajar a Asturias en enero a recoger la distinción; mientras, reflexiona sobre su obra en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA.

- El premio "Aula de las Metáforas" reconoce su calidad poética.

-Hay una cierta cercanía en intenciones entre la poesía y la fotografía. Ambas son un intento de comunicar ideas y emociones, a partir de la palabra o del lenguaje visual, y en ambos casos desde la intensidad conseguida con los mínimos elementos posibles.

- No siempre es así, a veces el lenguaje es barroco.

-La poesía en la que yo estoy interesado es la de la brevedad, la que se construye con dos o tres líneas o con un par de conceptos.

- ¿Y cuáles son sus temas?

-Son imágenes que se centran en los objetos que conviven en nuestro día a día. La gran mayoría de los elementos son cotidianos: un lapicero, un tenedor, un libro, y el ejercicio visual es descubrir en ellos algo que está latente, y que por ese efecto de lo cotidiano dejamos de ver en ellos. Cuando sabemos para qué sirve un objeto dejamos de prestarle atención.

- ¿Lo que usted hace en sus fotos es algo así como poesía de lo cotidiano?

-Se podría denominar así. El uso de objetos cotidianos no deja de ser un recurso y que el espectador reconozca los elementos que aparecen en la imagen es más efectivo por la sensación de desconcierto que produce.

- Emprendió un camino arriesgado en la fotografía.

-No era la noción de riesgo lo que me podía asustar al inicio de mi carrera. El camino que tomé me llevaba a un territorio desconocido. Empecé con intención de hacer una pequeña serie, de treinta o cuarenta imágenes alrededor de un tema, algo que empezaba y acababa. Lo que no supe prever era el campo que se abría ante mí. Pasó el tiempo y sigo en un territorio ante el que no paro de sorprenderme.

- Su fotografía tiene imitadores, incluso plagiadores.

-Hay imágenes que me pueden resultar molestas porque son una reproducción idéntica, pero entiendo que el territorio del objeto es un campo al que se han acercado infinidad de artistas, y yo no tengo patente de corso.

- Con su serie sobre Asturias para la Fundación María Cristina Masaveu Peterson se adentró en el paisaje.

-Pero yo les pedí poder trabajar a partir de una idea mental que tengo de Asturias a través de diferentes viajes. Les propuse no tener que desplazarme y hacerlo en mi estudio. No me veía yendo a Asturias con mi cámara.

- Compone las imágenes en el estudio, incluso con maquetas.

-Las maquetas han ido apareciendo con el paso de los años. Plásticamente, encaja con la idea de objeto pero desde un punto de vista diferente. Es un intento de ampliar el campo de trabajo.

- ¿En qué proyectos anda?

-Lo mío es un proyecto del día a día, no hago encargos, mi manera de trabajar es esa: día a día, ir descubriendo posibilidades nuevas... Voy seleccionando y creo una exposición con material nuevo. Ahora mismo tengo una exposición en la galería Punto en Valencia, acabo de volver de Paris Photo, pronto habrá una exposición en el Jardín Botánico en Madrid revisitando una colección de imágenes mías en torno a la naturaleza, y más adelante estaré en Barcelona con la galería Joan Prat.

- Antes de acabar, ¿cuáles son sus referencias poéticas literarias?

-Soy un lector de poesía un tanto caótico, no soy un especialista. Por decir algo, me gusta mucho José María Parreño, con sus "Poemas de amor o no", y Pedro Casariego Córdoba, que tienen un librito, "La vida puede ser una lata", con textos y dibujos.

Compartir el artículo

stats