A Elena López Riera (Orihuela, 1982) le han bastado cuatro cortos para revelarse como una de las directoras jóvenes de mayor interés del cine español. Fue la primera cineasta español con cortometraje acogido en Cannes, donde también le han dado el premio "CNC" de la CinéFondation para rodar su primer largometraje. Se titulará "El agua". Un vuelta a su localidad alicantina, las riadas, las últimas inundaciones. "Una historia entre la ficción y la no ficción", adelantó ayer.

Fue antes de encontrarse con el cantante gijonés Nacho Vegas en la sala de proyecciones de la Antigua Escuela de Comercio, una de las sedes del Festival de Cine de Gijón (FICX). En realidad, un reencuentro: Nacho Vegas fue el protagonista de "Más que a mi suerte", la primera pieza conocida de Elena López Riera.

Este corto dura catorce minutos y ha sido rescatado por el director del FICX, Alejandro Díaz Castaño, para la retrospectiva que el festival gijonés dedica a la realizadora alicantina. "Más que a mi suerte" lleva data de 2007. Y, si hacemos caso a su directora, han sido exactamente doce años los que lleva sin ver esa primera cinta en la que Nacho Vegas encarna algunas de las obsesiones que han ido perfilándose posteriormente en los otros títulos de Elena López Riera: "Pueblo" (2015), "Las vísceras" (2016) y "Los que desean" (2018).

"Aquel corto fue una locura, la verdad, y no tuvo mucha circulación, lo que me deprimió muchísimo entonces: yo tenía veintitrés años y ese recibimiento me traumatizó de tal manera que me dije: voy a hacer una tesis doctoral", contó la directora, antes de precisar: "Lo volví a ver ayer (por el jueves) y empecé a creer que no estaba tan mal pese a ser una locura de juventud; ahora me pienso mucho más las cosas". Nacho Vegas ha participado en otras películas. La última en "Cantares de una revolución", con la que el también gijonés Ramón Lluis Bande obtuvo el año pasado el premio especial del jurado de la sección oficial del FICX. Bande filmó además en 2002 el largometraje "El fulgor", donde cuenta el proceso creativo del cantante y compositor.

Díaz Castaño estaba ayer feliz con la presencia de Elena López Riera (una apuesta del FICX) y el reencuentro de la realizadora con Nacho Vegas. El director del certamen gijonés recordó los inicios de la cineasta alicantina en el colectivo "lacasinegra". "Aquello fue nuestra educación sentimental: cinco matados que teníamos ganas de hacer cine y no sabíamos cómo", relató ella. Habló también de su manera de afrontar las películas: "Me guio por una pulsión y dejo siempre un gran margen de libertad para incluir cosas no previstas; me gusta escuchar lo que ruedo".