Algunos de los pronósticos se cumplieron: una película tan rigurosa y de estética tan personal como "Vitalina Varela" no podía quedar sin recompensa en el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX). Su director, el portugués Pedro Costa, a quien el certamen gijonés dedicó una retrospectiva hace diecinueve años, recogió ayer el premio "Principado de Asturias" agradeciendo un galardón que suma al "Leopardo de Oro", cosechado en Locarno el pasado agosto por su valiente filme. Fue en el teatro Jovellanos, en la gala de clausura de la quincuagésima séptima edición del FICX.

"¿Habláis portugués? Tenéis que aprender", ironizó el director de "Vitalina Varela", después de recibir el premio de manos de la alcaldesa de Gijón. "La historia del cine ya cuenta con un nuevo rostro", aseguró Ana González, en referencia a la actuación de la caboverdiana protagonista del filme de Pedro Costa, mejor actriz en el Festival de Locarno. El realizador lisboeta -serio, espigado, canoso, elegante- se lo agradeció ayer desde las tablas del Jovellanos: "Vitalina me lo ha dado todo; simboliza la mejor parte de mi país".

Un broche a diez días de lluvia y cine (hoy aún se proyectarán algunos títulos), con Rodrigo Cuevas y Arantxa Nieto de conductores del espectáculo. El público (todo indica, a falta de los datos definitivos, que la suma dará más espectadores que en 2018 y un mejor resultado de taquilla) ha visto 175 películas, con algunos títulos memorables. Es el caso de "Vitalina Varela", ese preciso claroscuro de la vida de la caboverdiana homónima. La obra se ha hecho además con el premio a la mejor dirección de fotografía, que fue para Leonardo Simoes. Otra decisión coherente. Lo recogió Pedro Costa.

Y fue la gala también del espaldarazo al llamado "Nuevu Cine Asturianu". "El trabajo, o a quién le pertenece el mundo", de la lavianesa Elisa Cepedal, logró el premio especial del jurado. Una cineasta asturiana participaba por primera vez en la sección oficial del FICX. Logró el mismo galardón que Ramón Lluis Bande el año pasado, el primer asturiano en competir en la categoría de oro del certamen. Curiosamente, un consagrado como Nani Moretti, que presentó "Santiago, Italia", no obtuvo nada (ver palmarés completo en esta misma página). Elisa Cepedal, galardonada por unanimidad al considerar que sus imágenes son un engarce con la historia del movimiento obrero de las Cuencas, agradeció la distinción.

Emoción hubo también en las palabras de Cristina Huete, a quien acompañaron desde el patio de butacas los directores Fernando y Jonás Trueba, o sea, su marido y su hijo. La actriz Aida Folch entregó a la respetada productora el "Mujer de Cine" (más información en la siguiente página). Rodrigo Cuevas, que ayer vistió de presentador más o menos oficial, le cantó desde un palco "La piconera", en castellano y alemán de emigrante.

El premio al mejor director fue para el realizador y guionista chino Lou Ye. El jurado se ha dejado prender por el blanco y negro de "Saturday Fiction", película que había competido ya en las secciones oficiales de Venecia y Nueva York. También se ha hecho con la distinción a la mejor dirección artística. Fue para Zhong Cheng.

Otro de los filmes triunfadores ha sido "Sword of Trust", un repaso a la época de la posverdad en la América trumpiana. Su directora, Lynn Shelton, y Marc Maron (actúa también en "Joker") se llevaron los premios al mejor guion y actor. Ambos estuvieron en el FICX defendiendo su filme. Y el premio a la mejor actriz ha sido para Irini Zhambonas por su papel de policía en "Rounds". Con esta película, el búlgaro Stephan Komandarev repite éxito en Gijón.

Menos suerte ha tenido el asturiano Tito Montero que competía en la sección oficial de cortos. El premio ha sido para "Loney Rivers", de Mauro Herce. Como suele ocurrir, el jurado joven fue por su lado y optó por premiar como mejor largometraje la deslumbrante "El viaje de Lillian", del austriaco Andreas Horvath. Galardonó también al japonés Shunsaku Hayashi por "Leaking Life".

Los premios de la crítica internacional (FIPRESCI) han sido para Carlo Sironi (al mejor largometraje por "Sole") y Luke Lorentzen (mejor director, por "Midnight Family"). Una mirada selectiva a la siempre muy interesante sección "Rellumes", donde este año se mostró "Desaparecer", del asturiano Diego Llorente.

Otro galardón importante es el que concede con sus votos el público soberano del festival. Esos apoyos fueron para "Las vidas de Marona", de la rumana Ana Damian. Ha sido la única película de animación de la sección oficial y está en la carrera de los "Oscar". Su directora ha hilvanado, desde la mirada de una perrita, una extraordinaria y conmovedora historia. Nuria Giménez se ha hecho, por su parte, con varios premios, entre ellos el de mejor película española. Nora Fingscheidt gana el CIMA a la mejor obra dirigida por una mujer gracias a "System Crasher".

Y Carlos Navarro se hace con el premio al mejor largometraje asturiano por "Cuca (Retrato de una mujer)". Muy aplaudida fue, precisamente, la luanquina Josefina Carrera, "Cuca". A sus 88 años ha visto cumplirse un frustrado sueño juvenil: ser actriz. Todo lo que dijo tuvo sinceridad y gracia. Mario Pardo homenajeó (también los espectadores) a la recién fallecida actriz Asunción Balaguer: "Un ángel infiltrado entre nosotros".