Con 2.078 abortos y una tasa de 12,65 interrupciones voluntarias del embarazo por cada mil mujeres, las asturianas se situaron en 2018, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, entre las españolas que más a menudo recurren al aborto. La tasa del Principado se mantiene por encima de la media nacional, aunque en los últimos doce meses ha descendido levemente (en 2017, la tasa era de 12,73). Cristina Iglesias, vocal por Asturias de la Asociación de Clínicas de Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI) y gerente de la clínica Belladona de Gijón, añade que, porcentualmente, en el Principado los abortos han descendido un 5 por ciento respecto a 2017. Aún así, la cifra es elevada y ella lo atribuye a "la recesión económica de la región, que se refleja en el número de nacimientos y abortos: hay menos nacimientos y más abortos".
Cristina Iglesias apunta también a los flujos de migración, con la llegada de mujeres en edad fértil, aunque ese fenómeno se aprecia mejor en comunidades más prósperas, como Cataluña, Baleares y Madrid, que son, precisamente, las que están a la cabeza en la tasa de abortos.
Ana Fernández, presidenta de la Asociación Asturiana para la Educación Sexual (AsturSex), apunta otra explicación para las altas tasas de abortos en el Principado. "Las cifras de interrupciones de embarazo en Asturias son debidas a que nuestra comunidad autónoma tiene centros autorizados para ello, no así unas cuantas comunidades autónomas de nuestro entorno", indica, de modo que "gran parte son usuarias de otras procedencias".
Existen otros factores a considerar en el que coinciden las clínicas y los sexólogos, y son las carencias en la educación sexual de los españoles. "La formación a todos los niveles, y a todas las edades", puntualiza Cristina Iglesias. En Asturias, según los datos que maneja Iglesias, el 27 por ciento de las mujeres no usa ningún método anticonceptivo y el 45 por ciento utiliza métodos de barrera -como el preservativo-, y, según la gerente de Belladona, no siempre bien.
Por otro lado, casi el 63 por ciento de las mujeres que abortan en la región tienen entre 25 y 40 años. Ana Fernández sostiene que ese dato demuestra que la educación sexual es útil en la prevención de embarazos no deseados, aunque no se quede solo en eso. Son las mujeres adultas, las que menos acceso han tenido a ese tipo de formación, entre las que se producen más embarazos indeseados. "Mal que bien, aunque sea insuficiente, algo de educación sexual le llega a nuestra juventud, pero hace unos años no había ninguna", afirma la sexóloga, cuya asociación se encarga del programa de educación sexual en los centros de Secundaria de Avilés.
La tasa media de abortos en España ha subido en este último año del 10,51 al 11,12, pero Cristina Iglesias afirma que en esta última década "la tendencia es a la estabilidad". De hecho, en 2009 la tasa era ligeramente superior a la actual, 11,41 entonces frente a 11,12 ahora.
En las subidas, según Iglesias, son decisivas la "falta de educación en las aulas, una deficiente financiación de la anticoncepción y la ausencia de políticas específicas dirigidas a migrantes y menores". Todas esas actuaciones, señala, "estaban contempladas en la Ley de Salud Reproductiva de 2010, pero no han llegado a desarrollarse".
Los datos indican además que la mujeres que abortan en Asturias lo hacen, en un 97 por ciento de los casos, antes de las 14 semanas de gestación y el 75 por ciento antes de la octava.
