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Llegan los pianistas de los "millennials"

Los hermanos Lucas y Arthur Jussen, que tocan mañana en las Jornadas de Piano del Auditorio de Oviedo, están renovando la audiencia: "En algunos países, el 80% de nuestro público tiene 20 años de edad"

Los hermanos Lucas y Arthur Jussen.

Estos dos hermanos holandeses tienen el aspecto de un dúo pop y, de hecho, lamentan que en el mundo de la música clásica no sea correcto y habitual subirse al escenario con las ropas extravagantes de las estrellas de la música moderna. Creen que eso acercaría a los jóvenes a las salas de conciertos, donde Lucas y Arthur Jussen están cosechando renombre internacional. En Holanda, estos dos jóvenes de 25 y 21 años son todo un fenómeno y mañana, sábado, estos dos pianistas "millennials" participarán en las Jornadas de Piano "Luis G. Iberni" junto a Oviedo Filarmonía, dirigida por su titular, Lucas Macías. Será a partir de las 20 horas en el Auditorio Príncipe Felipe con un programa compuesto por la "Obertura trágica, op. 81", de Brahms; el "Concierto para dos pianos y orquesta en re menor", de Poulenc, y la "Sinfonía n.° 1 en do menor, op. 68", de Brahms.

Los Jussen tocaron para la reina Beatriz de los Países Bajos con 12 y 8 años. Pero no se consideran, ni de lejos, unos niños prodigio de la clásica. No se atreven a compararse con el gran modelo de precocidad musical: "Ni por asomo nos acercamos al genio de Mozart. ¡Somos solo chicos normales que trabajan duro para tocar el piano de la manera más hermosa posible!", indican en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA.

Son jóvenes en un mundo de gustos musicales para adultos, cada vez de mayor edad. Pero ellos, al menos, en sus actuaciones parecen haber revertido la tendencia del envejecimiento de las audiencias. "La realidad es que la música clásica no es tan popular como la música pop para las personas de menor edad. Pero hemos de decir que tenemos la suerte de que cuando nosotros tocamos hay un porcentaje relativamente grande de público menor de 30 años. Probablemente sea porque ven que somos niños normales y jóvenes, que también amamos la música clásica. Eso les hace más fácil dar una oportunidad a la música clásica". No todo está perdido para los repertorios musicales de siglos pasados, subrayan. "Hay países donde la música clásica es muy popular entre los jóvenes. Si ofrecemos un concierto en Corea, por ejemplo, la audiencia está compuesta en un 80% por personas de 20 años de edad".

Los hermanos Jussen, que iniciaron su formación con Leny Bettman en Hilversum, su ciudad natal en Holanda, fueron invitados por la pianista Maria João Pires en 2005 a estudiar en Portugal y Brasil, después de haber alcanzado ya cierta notoriedad en la escena musical holandesa. En 2001, Lucas Jussen había llegado a la final del Rotterdam Piano Festival y, en 2004, Arthur fue elegido como "Joven talento musical del año". Acerca de la sobresaliente pianista portuguesa que se convirtió en su maestra dicen: "Aprendimos mucho de Maria João, pero si tenemos que elegir una cosa, probablemente sea el 'fraseo' en la música. Ella tiene una forma tan especial de respirar a través de la música... Siempre decimos que si llegásemos a tocar un 10% de lo bien que ella lo hace seríamos felices", indican estos dos intérpretes que en la velada musical de mañana interpretarán el concierto de Poulenc para dos pianos. "Es uno de las mejores obras que hay para dos pianos. Lo divertido de esta pieza es que está llena de energía: cambia del ritmo acelerado a hermosos movimientos lentos. ¡Nunca es aburrido!", aseguran.

Arthur y Lucas Jussen forman parte, en exclusiva, del catálogo del prestigioso sello Deutsche Grammophon. Debutaron con un CD con obras de Beethoven que se convirtió en "disco de platino". Otros tres editados posteriormente fueron "disco de oro". Los Jussen se ríen cuando se les sugiere que ellos son los únicos que venden discos de música clásica como si fueran trabajos pop. "Ja, ja, ja, no creemos que eso sea cierto. Hay muchos músicos que todavía venden muchos CD, que ya no es un producto tan popular como hace diez o veinte años. Los tiempos han cambiado y la gente, incluso nosotros, usamos servicios en streaming cada vez más. La mayoría de los discos los vendemos después de nuestros conciertos. Siempre firmamos después porque creemos que es muy importante ver y conocer al público. ¡A menudo compran un CD para que podamos escribirles un autógrafo!".

No saben decir si ser hermanos es una ventaja a la hora de compenetrarse más. "No sabemos, ¡pero a nosotros ciertamente nos ayuda! Estamos acostumbrados a tocar juntos lo hemos hecho toda la vida. Nos conocemos mejor que cualquier otra persona. ¡Así que ser hermanos nos ayudó a comunicarnos siempre muy bien!".

-¿Y hasta cuándo van a seguir juntos?

-Eso nunca se puede saber. Tal vez sigamos juntos con 80 años. Por ahora, lo disfrutamos mucho. Quién sabe lo que nos depara el futuro...

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