"Claro que el fotoperiodismo es necesario, pero está muy maltratado". Esa fue la principal conclusión a la que llegaron cuatro de los mejores fotorreporteros del país -Pablo Juliá, Sandra Balsells, Paco Junquera y Manu Brabo- durante la mesa redonda que dio el pistoletazo de salida oficioso a los XVI Encuentros fotográficos de Gijón. El acto estuvo precedido por la inauguración, en el Museo Barjola de la Villa de Jovellanos, de las muestras alrededor de las cuales gira el certamen de este año: "Creadores de Conciencia", que reúne una muestra de 120 fotografías de 40 fotoperiodistas españoles -como Gervasio Sánchez, Javier Bauluz o los citados-; y "Despierta Mirada", surgida de las becas del programa "Jóvenes Talentos" del certamen.

"La vocación es lo que sustenta un oficio como éste", explicitó Sandra Balsells en su intervención frente a numerosos de jóvenes fotógrafos del Principado, a los que ofreció una fórmula: "espíritu de sacrificio, trabajo, vocación y tenacidad". La veterana fotógrafa aseguró que "el fotoperiodismo es imprescindible, es el pilar sólido de los estados democráticos, no se puede silenciar todo lo que nosotros contamos". Balsells quiso igualmente "reivindicar la esperanza de que cada vez se vayan incorporando más mujeres a un mundo aún muy masculinizado".

Manu Brabo, premio "Pulitzer", explicó que "es complicado ser fotógrafo, pero también ser albañil o conductor de autobús, hay que saber surfearlo". No obstante, matizó, "se están abriendo nuevos mercados en el sector". Brabo enfatizó que "si te lo curras, encontrarás la salida", remarcando que "aunque está muy maltratado, el fotoperiodismo sigue siendo necesario".

Así lo cree también Paco Junquera, que advirtió que "el fotoperiodismo es necesario, pero ¿la sociedad lo sabe? Hay que darle prestigio social, borrar esa imagen de que somos sádicos, que nos recreamos en la miseria de la sociedad y vivimos de ello". El fotógrafo, que es la cuarta vez que asiste a este encuentro, se congratuló del "eco que tiene en la gente joven: es una maravilla".

Por su parte, Pablo Juliá advirtió a los jóvenes de que "habéis llegado en el peor momento, pero sois vosotros quienes tenéis que promover el cambio y buscar la solución", ahondando en que recae en los nuevos valores el mandato de "crear una nueva dimensión del periodismo dentro del sistema de confusión generalizado que impera en la sociedad".

La exposición "Creadores de conciencia" es, a ojos de Balsells, "un lujo, una colección inédita en el país" que solo se pudo ver en Madrid, Barcelona y Zaragoza antes que en Gijón. "Queda en manos del público el despertar de esa conciencia, ya que el fotógrafo ha hecho su trabajo, adentrándose en situaciones complejas, convulsas", explicó la fotoperiodista, que adelantó que "hay que ser muy de piedra para que no te afecte, pero esa responsabilidad no se puede exigir al autor".

Así lo cree también la consejera de Cultura del Principado, Berta Piñán, que tildó de "un lujo y toda una lección" la muestra. "Son fotografías producidas en los sitios y momentos más duros y significativos del mundo que nos rodea", aseveró Piñán, que alabó que "en un mundo como el actual, con millones de fotografías por minuto, falta justo lo que hay aquí: una mirada crítica sobre la realidad para despertar la conciencia".

El de Gijón es "un encuentro fotográfico en toda regla" con gente de todas partes de España y con un "encuentro generacional entre fotógrafos consagrados y otros jóvenes", en palabras de Esther Maestre, directora del certamen, en el que confía que puedan participar alrededor de 3.500 personas.