Los charcos son, para el poeta Fernando Beltrán, "las metáforas intactas de la infancia" y con ellas, al lado de la pintora y fotógrafa madrileña Rosa Juanco, ha hecho poesía. En "Charcos y ballenas. Las palabras que quedan por decir", la exposición que ayer inauguraron en la sala de exposiciones de la Universidad de Oviedo, salpican el espacio con versos y fotografías. Él ha puesto la letra y ella, también obsesionada por los charcos y el agua, se ha encargado de las imágenes. Con todo ello han escrito una historia que animan a leer de principio a fin y con calma.

El vicerrector de Extensión Universitaria, Francisco José Borge, presentó ayer el trabajo de Juanco y Beltrán como "una propuesta muy innovadora y rompedora", resultado de "una sinergia entre dos formas distintas de arte" y "entre arte y naturaleza".

Beltrán, por su parte, imprimió un tono poético a su intervención. "La lluvia fue nuestro primer juguete", dijo, dirigiéndose a su cómplice en este proyecto, y continuó rememorando su infancia. "Mis padres se fueron Madrid, y yo con ellos, pero abrazándome antes a un árbol del Campo San Francisco para que no me sacaran ni me alejaran nunca de mis mares inauditos", contó. Habló de cómo rebautizó Oviedo como "Lloviedo" y como escribió sus primeras letras sobre el cristal empañado de una ventana. Citó a Dante, por aquello de que "siempre llueve en la alta fantasía" y a Melville y su "Moby Dick", desvelando la razón de ser del título de la exposición: "siempre una ballena nos acompaña al acecho por los caminos del mundo".

Al presentar a Rosa Juanco la adjetivó como "soñadora, romántica, artista plástica, cómplice pareja del alma en este proyecto, sensibilidad a flor de piel". Y cuando ella tomó la palabra lo hizo para comparar la armonía creada por sus fotos y los poemas de Fernando Beltrán con la lírica. "Yo soy muy amante de la ópera; en ella hay música en directo, canto, escenografía, puesta en escena... Aquí hay poemas, letras, la plástica de la fotografía...", dijo. Juanco explicó que las fotos expuestas habían sido tomadas en otoño. Son concretamente 20 fotografías hechas en la región de Champagne, al noroeste de Francia, y en ellas ha captado "capas o superficies que ocultan, bajo ellas, el abismo".

Los artífices de la exposición presentaron también ayer el catálogo de la exposición, diseñado por el estudio de Pep Carrió y con textos introductorios del poeta y director del Aula de las Metáforas de Grado Leopoldo Sánchez Torres y por el crítico cultural Francisco Carpio.

"Charcos y ballenas" permanecerá abierta al público en el edificio histórico de la Universidad, en Oviedo, hasta el próximo 6 de enero. El horario de visita es, de lunes a viernes, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30 horas. Los sábados de 10.00 a 19.30 y los domingos y festivos de 10.30 a 14.30. La entrada es libre y gratuita.