El fracaso planeó ayer sobre la cumbre del clima que se celebra desde hace trece días en Madrid y la frustración impera entre muchas delegaciones oficiales, ante la imposibilidad de sacar adelante un acuerdo ambicioso que alinee el compromiso político con las evidencias científicas y las demandas sociales.

La Presidencia chilena de la cumbre COP25 fue objeto ayer de las críticas de una gran parte de los delegados que intervinieron para hacer balance en una sesión al inicio de la jornada de prórroga, tras la que se debía celebrar poco después el plenario de cierre y dar carpetazo a los acuerdos, pero este se pospuso durante el día en reiteras ocasiones.

Pero los más contundentes contra la Presidencia chilena fueron las organizaciones no gubernamentales, que advirtieron de que el último texto que se presentó retrotrae la negociación climática a tiempos anteriores al Acuerdo de París de 2015."Decepcionante" , "inaceptable", "débil", "injusto" y hasta "inmoral" fueron algunos de los adjetivos que los representantes de organizaciones conservacionistas y científicos dedicaron ayer al texto que había presentado la Presidencia chilena. Las principales diferencias que continúan separando a muchos países e impidiendo el acuerdo se centran en la ambición climática; algunos, liderados por la Unión Europea (UE), inciden en la importancia de que todos los Estados que se han sumado al Acuerdo de París revisen al alza el próximo año sus compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (las llamadas Contribuciones Nacionales Determinadas). Otros países, entre ellos Brasil, China y la India, prefieren ralentizar esas contribuciones al alza y dan una mayor prioridad a las revisiones de los compromisos financieros de las naciones más desarrolladas para contribuir a mitigar los efectos del cambio climático en las más vulnerables.

La ministra de Sanidad, la asturiana María Luisa Carcedo, habló ayer en Gijón sobre la descarbonización de la economía. En este sentido abogó por aprovechar las fortalezas que tiene Asturias por su tradición industrial y los cuantiosos recursos que va a poner la UE a disposición de las regiones europeas más afectadas. La descarbonización "es un proyecto que nos sobrepasa como comunidad autónoma y como país. La Unión Europea en la lucha contra el cambio climático ha dado siempre un paso adelante", indicó.