Tratan de desacreditar a sus víctimas alegando que cómo es posible que se produjesen dos violaciones a la vez en dos viviendas distintas. Admiten que conocieron a las chicas en un pub y haber estado con ellas, pero insisten en que no las agredieron sexualmente. Es lo que de momento dicen los detenidos por la violación de tres hermanas estadounidenses en Nochevieja en Murcia, según indican fuentes cercanas al caso.

Los presuntos violadores -a los que se identifica como la "manada de Murcia" por asociación con la violación grupal de los sanfermines de 2016- se llaman Hussein, Mohamed y Johannes. Tienen entre 20 y 25 años de edad y dos de ellos cuentan con asilo político en España (los tres son originarios de Afganistán). Ninguno de ellos cuenta con antecedentes penales, y todos están en situación regular. El hecho de que tengan asilo no es algo que vaya a entorpecer la investigación, explican fuentes policiales. Como tampoco supone un problema el hecho de que las víctimas se encuentren en estos momentos fuera de España.

Y es que las jóvenes (de 23, 20 y 18 años) ya tenían previsto marcharse de la región antes de ser atacadas por estos individuos. Y así lo han hecho: volaron a Viena con su familia y de ahí a su Ohio natal, en Estados Unidos. La Policía Nacional se ha puesto en contacto con la embajada norteamericana en España para poder contactar con ellas y así ponerles al tanto de cómo va la investigación que se ha abierto en Murcia.

Aunque las jóvenes no han declarado todavía delante de un juez (sí ante la Policía, al poner la denuncia), el Juzgado de Guardia contará con el informe forense de las tres, que se llevó a cabo en Año Nuevo, apenas horas después de las agresiones sufridas.

Por tanto, no es imprescindible que se tome declaración aún a las víctimas (también en calidad de testigos) en sede judicial: se las llamará posteriormente. Sí pasarán ahora los acusados, que duermen en comisarías diferentes.

Dos viviendas

A raíz de las primeras declaraciones de los detenidos, su defensa tratará de explotar una de las circunstancias del caso, que confirmó ayer el delegado del gobierno en Murcia, Francisco Jiménez: que la violación se produjo en dos domicilios diferentes, uno en la plaza de la Candelaria (en el que residía la menor de las hermanas en su estancia como estudiante), y otro lugar diferente del caso ha sido la vivienda de los tres ciudadanos afganos arrestados. La que puso la denuncia fue con uno de los tres agresores al domicilio que tenía alquilado en la plaza de la Candelaria, donde se produjo una agresión. Después las otras dos hermanas fueron al domicilio de los otros dos agresores, donde se habría producido produjo una nueva agresión sexual.

Los acusados, que presumiblemente declararán hoy ante el juez, confían en que esta circunstancia apuntale su versión de que el sexo fue consentido. Pero las víctimas fueron sometidas a un examen forense tras poner la denuncia, y según fuentes policiales hay indicios no solo de ataque sexual, sino de lesiones en una de las jóvenes atacadas.