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La polémica por el "pin parental" llega a Asturias: un padre pide aplicarlo en Gijón

Barbón y Mallada se enzarzan por las declaraciones de la ministra Celaá sobre la propiedad de los hijos l Vox llevará su propuesta a la Junta

La polémica por el "pin parental" llega a Asturias: un padre pide aplicarlo en Gijón

La polémica por el llamado "pin parental", la medida impulsada por Vox en las comunidades autónomas donde forman parte del Gobierno para permitir a los padres vetar la asistencia de sus hijos a talleres sobre cuestiones como la sexualidad o el feminismo en los centros educativos, ha llegado a Asturias. Según ha podido saber este periódico, un centro educativo de Gijón ha recibido una petición, por parte de un padre, para que sus hijos no asistan a unos talleres coeducativos.

En concreto, se trata de una actividad que imparte el Ayuntamiento de Gijón en el centro desde hace al menos una década, y que nunca antes habían sido objeto de crítica por parte de los padres de los alumnos. La dirección del centro tiene pendiente una reunión con el progenitor, para explicarle el proyecto educativo.

Aunque no se descarta que haya otras peticiones de aplicación de la controvertida medida, esta es la primera petición acreditada para implantar el veto. La facilidad para tramitar las peticiones (Vox facilita en su web un modelo de impreso y explica a los padres los pasos a seguir para solicitar a los centros el "pin parental") y la constatación de este caso en Gijón hace pensar en que se pueden haber tramitado solicitudes similares en otros centros de la región.

En todo caso, el debate en torno a la polémica medida ya ha alcanzado al Principado. Vox anunció ayer su intención de presentar el proyecto en el próximo Pleno de la Junta General del Principado, instando además a PP y Ciudadanos a aclarar su posición. En paralelo, el presidente autonómico, el socialista Adrián Barbón, y la líder del principal partido de la oposición, la popular Teresa Mallada, se enzarzaron ayer en Twitter a cuenta de las declaraciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, que criticó la propuesta afirmando que "no podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres".

Esta afirmación fue replicada por el presidente del PP, Pablo Casado, en su cuenta de la red social, en la que escribió: "Mis hijos son míos y no del Estado, y lucharé para que este Gobierno radical y sectario no imponga a los padres cómo tenemos que educar a nuestros niños. Saquen sus manos de nuestras familias".

El mensaje de Casado fue replicado por Adrián Barbón, que escribió: "No doy crédito. Tener hijos no te hace dueño de ellos, por supuesto que no... ¿o acaso un padre o una madre que maltrata a sus hijos puede hacer con ellos lo que quiera?". Por su parte, Teresa Mallada salió en defensa de Casado replicando a su vez a Barbón, a quien recordó su educación en un colegio de monjas: "La que no doy crédito soy yo. Usted, que fue educado por las monjas del San José de Sotrondio, ¿nos va a decir a los padres asturianos cómo educar a nuestros hijos solo por hacer la pelota a Sánchez? ¿Ustedes, que en las Cuencas tienen a sus hijos en colegios concertados católicos?", escribió la popular, para después añadir en otro mensaje: "¿Nos está diciendo que nuestros hijos son del Estado? Lo que ustedes buscan es adoctrinarlos, pero esto no es una dictadura, señor Barbón".

La trifulca tuitera quedó ahí, aunque uno y otro tendrán ocasión de continuar el debate en la Junta General del Principado. El portavoz de Vox en el Parlamento asturiano, Ignacio Blanco, anunció ayer que su grupo llevará al próximo Pleno ordinario una proposición no de ley sobre el "pin parental".

El portavoz parlamentario de Vox sostiene que el veto se aplica sobre actividades impartidas por personas "ajenas al claustro de profesores" e insiste en que no tiene un sesgo ideológico: "El 'pin parental' beneficia a padres y madres de izquierdas, de derechas, comunistas, conservadores, liberales, monoparentales... a cualquier progenitor con respecto a la autoridad educativa". No obstante, Blanco reclama al PP y a Ciudadanos que aclaren su posición sobre la medida: "Deben decidir de qué lado están. ¿Con quiénes imponen educación sexual desde los 3 años o con los padres que reclaman el derecho que les asiste para que sus hijos reciban una formación de acuerdo con sus convicciones?", concluye.

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