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Marián Moreno: "El 'pin parental' busca amedrentar a las familias y los docentes"

La pedagoga asturiana, premio de la Unesco por su labor en educación sexual, reta a Vox: "Que digan un centro público que ponga pornografía"

Marián Moreno, durante una charla sobre educación en igualdad en el Centro Niemeyer, en Avilés. RICARDO SOLÍS

"La campaña del 'pin parental' tiene los pies de barro", sentencia la pedagoga asturiana Marián Moreno, toda una autoridad en materia de educación sexual y en igualdad. La iniciativa impulsada por Vox no responde a ninguna realidad ni tiene fundamento legal, según la educadora. "Lo que busca es amedrentar a las familias y a los profesores, y pone a los educadores a los pies de los caballos", afirma. Advierte que alienta actitudes violentas contra el profesorado y amenazas, como las que han denunciado dos profesoras en La Rioja. Para hacer frente a la crispación, Moreno apela a la responsabilidad de la derecha democrática: "Espero que salgan a la palestra y defiendan los valores universales de la democracia. La gente de derechas, en su mayoría, piensa y no utiliza la violencia: espero que los políticos que la representan sean dignos de ella".

Moreno rebate las acusaciones de los sectores que defienden el veto parental. "Que me digan un centro público de Asturias que haya puesto pornografía en el aula o que haya enseñado a los niños a masturbarse en grupo, y que eso, además, tuviera el aval de la Consejería de Educación", reta la pedagoga, una de las redactoras de "Skolae", el programa de coeducación de Navarra, recurrido por la Confederación Católica de Asociaciones de Padres, Unión del Pueblo Navarro y el PP. Moreno tuvo que defenderlo en los tribunales y acabó recibiendo el Premio de Educación de la Unesco por él.

Ahora, con Vox promoviendo en el Principado la implantación del veto de los progenitores a la formación sexual, moral y religiosa en los colegios, Marián Moreno, en el secretariado del sindicato de enseñanza Suatea, insiste en que en los ataques a la educación sexual "hay mentiras y son malintencionadas: para meter miedo". "No sé a qué aulas fueron, de la pública no, desde luego; no sé lo que sucederá en otros colegios y no sé si se están refiriendo a ellos cuando hablan de abusos", añade. La polémica está servida. La profesora, que ha desarrollado su actividad docente entre Castrillón, Avilés y Gijón, no se extraña del vuelo que ha tomado el "pin parental": "En Asturias no tiene recorrido político, nadie lo respalda, y tampoco tiene recorrido jurídico. Y Vox lo sabe. Son fuegos artificiales, un bluf, un gran globo de mentiras".

El debate abierto en España sería impensable en países del entorno europeo, según la profesora. "En Francia no se discute. En Alemania la educación sexual es obligatoria, y el padre que presente objeción de conciencia tiene multa, y elevada. Es una polémica que sí se da en Latinoamérica, con las iglesias evangélicas, y es precisamente de allí de donde nos llega", expone. Los alegatos de Vox, según la profesora, están inspirados en campañas como la del "kit gay", que lanzó el Bolsonaro contra un programa educativo para combatir la homofobia en las escuelas brasileñas.

Marián Moreno da por superado el debate sobre la propiedad de los hijos, que no son de nadie y tienen derechos propios, y rebate las acusaciones de "adoctrinamiento". "Adoctrinar es enseñar una doctrina, marcar un camino y uno solo. Enseñar es otra cosa, es mostrar varios caminos, para que los alumnos formen su criterio y elijan", explica. Todo lo que se enseña en las aulas de la escuela pública está avalado por la psicología social, la sociología, la pedagogía y por instituciones internacionales como la ONU, las Naciones Unidas, o la OMS, la Organización Mundial de la Salud. "Más fundamentado no lo hay, en el aula no hacemos lo que nos da la gana; sin embargo, nuestros detractores sueltan por la boca lo primero que se les pasa por la cabeza", señala. "Eso si que puede dar miedo. El profesorado tiene miedo, porque piensa: '¿para qué me voy a meter en líos?, y desiste", sostiene.

Moreno defiende la profesionalidad de sus compañeros: "Los profesores no solo somos enseñantes, somos educadores y enseñamos los valores universales de las sociedades democráticas, y ahí está enmarcada la educación sexual". "Esto es un ataque gratuito, sin fundamento ni base social que lo respalde, y dirigido a todos los profesionales de la educación", añade, y apostilla que "lo que les duele es la escuela pública". "Las familias y el sistema educativo tienen que confiar los unos en los otros", subraya. "Ni ogros ni princesas', el programa de formación sexual desarrollado en Asturias, es pionero; Asturias tiene un profesorado impecable, muy formado, a pesar de que no hay un plan de igualdad en la enseñanza. Ahora toca a las autoridades educativas proteger, ayudar y estar ahí con sus profesores. Mucha gente cuando se habla de coeducación mira para Asturias", se enorgullece.

Sobre el posicionamiento de algunos miembros del clero sobre el "pin parental", Marián Moreno ironiza: "Confío en que se manifiesten sobre todos los casos de pederastia en los colegios de la Iglesia católica. Precisamente, la educación sexual es lo contrario a eso, trabaja en la prevención de los abusos sexuales. Espero que la Iglesia católica lidere un verdadero movimiento contra los abusos sexuales".

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