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La restauración de las pinturas de Santullano queda aplazada otro año más

El Gobierno central invirtió en todo el Prerrománico 950.000 euros en quince años, de los que la mayor parte se destinó a rehabilitar Lillo

Parte de las pinturas de Santullano. MIKI LÓPEZ

San Julián de los Prados tiene que seguir esperando. La Dirección General de Bellas Artes ha confirmado que la intervención proyectada para restaurar las pinturas altomedievales de Santullano no figura en la programación prevista por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) para este año. El Gobierno central, que en 2017 encargó un estudio previo de las pinturas murales del templo prerrománico cara a su restauración, había previsto iniciar la intervención tras terminar con la realizada sobre las pinturas murales de San Miguel de Lillo, que culminó en otoño y se ejecutó asimismo con fondos estatales.

La intervención sobre las pinturas de Santullano -includo en el conjunto prerrománico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- es, a ojos de los expertos, una necesidad urgente. El estudio previo confirmó que aún es posible reponer al estado original algunas de las pinturas del siglo IX que atesora el templo, que tiene el mayor conjunto de pintura mural altomedieval de Europa occidental, pero ya alertaba de que parte de los frescos es irrecuperable debido a su avanzado estado de deterioro.

En 2017, el entonces ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, se había comprometido a iniciar las obras en Santullano nada más concluir las de San Miguel de Lillo, fijando incluso una fecha de inicio: el recién concluido 2019. Pero el ejecutivo que entonces presidía el popular Mariano Rajoy, para la que actualmente no hay fecha.

Inversión

InversiónLas primeras intervenciones del Gobierno central sobre los edificios prerrománicos se remontan a 1995, cuando se impulsó un proyecto de conservación de las pinturas murales de San Salvador de Valdediós, así como la restauración de las pinturas de la sacristía de ese mismo templo. Dos años después, a petición del Principado, se realizó una primera inspección técnica del estado de Santullano, una iniciativa que anticipó el Estudio de viabilidad de los bienes del Arte Prerrománico y, posteriormente, del Plan Director del Prerrománico, impulsado desde el Ministerio de Vivienda. Desde entonces, el Gobierno central ha mantenido una colaboración constante con el Principado y el Arzobispado de Oviedo para garantizar la conservación del Prerrománico, aunque no ha sido hasta estos últimos años que han llegado las inversiones más importantes, procedentes de Madrid, para rehabilitar estos bienes.

Según los datos remitidos por el IPCE a petición de LA NUEVA ESPAÑA, la inversión global realizada por el Gobierno central en los edificios prerrománicos en los últimos quince años asciende a 951.934,08 euros. Supone un 39% de la cantidad destinada por el Principado en el mismo período: 2.419.749 euros, incluyendo una partida de 208.059 euros consignada en los presupuestos autonómicos de este ejercicio. Para este año, en principio, no hay prevista ninguna intervención con financiación estatal.

El grueso de las inversiones del Ministerio de Cultura y Deporte desde 2006, de hecho, se concentran en los últimos nueve años. Un informe de 2010, realizado en el marco del "Proyecto para la conservación del Prerrománico asturiano (pinturas murales)", llevó al IPCE a impulsar actuaciones concretas centradas en cinco edificios que conservan frescos: Santullano, San Miguel de Lillo, Santo Adriano de Tuñón, San Salvador de Priesca y San Salvador de Valdediós.

Fruto de esa implicación directa del IPCE llegaron las restauraciones de las pinturas de Santo Adriano de Tuñón (2015 y 2016) y que supuso una inversión de 62.045,29 euros; y de San Miguel de Lillo, ejecutada entre 2018 y 2019 y que costaron 663.962,82 euros, a los que hay que añadir otros 36.977,77 euros que se destinaron a financiar unas obras de urgencia para paliar unos problemas estructurales, en concreto unas humedades detectadas en la fachada norte y el ábside durante la intervención sobre las pinturas.

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