David Trueba (Madrid, 1969) es el autor de la novela "El río baja sucio" (Siruela) y, a la vez, el director de la película "Si me borrara el viento lo que yo canto". El libro es su primera incursión en la novela juvenil, aunque, en cierto modo, es como una continuación de su periplo narrativo hasta el momento. La presentación de su libro está programada por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, en el palacio de Valdecarzana, a partir de las 19.00 horas de hoy. Su nuevo documental está centrado en la escritura y grabación del disco "Canciones de la resistencia española", de Sánchez Ferlosio, una publicación tan singular como para tener títulos tan legendarios como "Gallo rojo, gallo negro" o "A la huelga". El pase de la película está previsto hoy también, en lo los cines Odeón de Parque Astur (20.45 horas). Además, su ensayo "La tiranía de los tiranos" (Anagrama) es lectura obligatoria en 2.º Bachiller.
- Venden su novela como juvenil, pero no sé...
-¿Sabe lo que pasa? No tenía ganas de escribir una novela al uso como las que he venido publicando con mi editorial de siempre (Anagrama). El hecho es que "El río baja sucio" la protagonizan dos adolescentes y sí, me seducía poder explorar nuevos campos que luego no resultaron tan nuevos. Nunca me he movido por etiquetas, siempre he leído sin necesidad de sentirme concernido por el público al que potencialmente iba dirigido el libro que tuviera entre manos, así que, acepté la aventura, más si tenemos en cuenta lo que dicen que pasa en estos momentos: que los jóvenes están dejando la lectura de lado.
- Parece fundamental la amistad en su narrativa.
-Los amigos, ya lo sabe, son los familiares que elegimos de acuerdo a nuestras necesidades y deseos que encontramos en el camino que debas seguir. Surgen los problemas cuando en vez de amigos te rodeas de competidores. La amistad ratifica nuestro lugar en el mundo.
- ¿Hay algo de "El Jarama" o de "Cuenta conmigo" en su novela?
-No veo similitudes con "El Jarama". Ferlosio lo que quería era transmitir por escrito cierta sensación de cotidianeidad, un ejercicio de estilo del que renegó. Pese a ello, a mí me parece un libro muy interesante. Me han dicho más veces que tiene cosas de "El Jarama", pero no lo veo. Lo de "Cuenta conmigo", pues qué le voy a contar. Leí el cuento de Stephen King cuando era adolescente y tuvo mucha importancia en mi particular educación. Pero como "Matar a un ruiseñor" o "El guardián entre el centeno".
- ¿Hace cine porque es escritor?
-Sí. Exacto.
- Sus dos últimas películas son documentales. ¿Por algo en concreto?
-Los documentales vienen de lejos y he procurado combinarlos con las películas de ficción. El primero fue "Balseros". También es un documental "La silla de Fernando", sobre Fernán-Gómez. Los documentales me gustan cuando se convierten en el elementos de integración.
- ¿Y Chicho Sánchez Ferlosio?
-Me interesaban sus canciones protesta: nacieron muy unidas a las lucha obrera y se transformaron en folclore. Silvia Pérez Cruz interpreta "Los gallos" y confiesa que pensaba que era una canción de la Guerra, pero es de 1962. Esto habla del éxito de Sánchez Ferlosio: es inmortal simplemente porque se dejó guiar por su propia intuición.
- Nunca se ha alejado del realismo.
-La realidad es imbatible y en ella caben todas las versiones del ser. Nunca falta inspiración. A menudo avanzas más con la realidad que con la imaginación.
- ¿Qué tal lleva las giras?
-Llevar todo esto mío por lugares como Avilés es una suerte que tengo. Me invitan en institutos, se corre la voz, presento la película, participo del coloquio. Me gusta la gente de verdad, cuando las giras son comerciales, me sienta peor la artificiosidad. Prefiero viajar en cercanías, que en alta velocidad. Hablo, claro, de cómo entiendo mis relaciones con las personas que frecuento. Haces cosas y quieres saber cómo las reciben, para eso es fundamental acompañarlas. A veces me tengo que excusar, aunque disfruto hablando con quienes me leen o han visto mis películas.
