George Steiner, premio "Príncipe de Asturias" de Comunicación y Humanidades en el año 2001, ha fallecido a los 90 años. Reconocido mundialmente como destacado crítico literario, ensayista y filósofo franco-estadounidense, George Steiner ha muerto a los 90 años. El jurado de los premios asturianos le reconoció en su día la cualidad de ser "uno de los más destacados humanistas de nuestro tiempo, autor de una obra extensa y variada que ha iluminado aspectos esenciales de la cultura en ensayos donde se conjugan la literatura, la historia, la teología o la antropología. En sus trabajos, Steiner analiza críticamente la repercusión que las humanidades, la creación artística y el conocimiento científico tienen en la configuración del espíritu humano" según recoge el acta. Precisamente desde la Fundación Princesa de Asturias se trasladaban hoy las condolencias por el fallecimiento de una figura relevante del pensamiento mundial.

Steiner nació en París en el seno de una familia judía el 23 de abril de 1929, y tras una educación en francés, inglés y alemán, emigró con sus padres primero a Francia y después a Nueva York en 1940 con el auge del antisemitismo.

Tras titularse en la Universidad de Chicago en 1948 y recibir un máster en la Universidad de Harvard en 1950, Steiner se unió a la revista The Economist como editor en 1952, donde permaneció hasta 1956, tras lo cual se doctoró por la Universidad de Oxford (Reino Unido). También fue uno de los críticos literarios más conocidos de la revista "The New Yorker", donde trabajó desde 1966 hasta 1997.

A lo largo de su vida ejerció como profesor en las universidades de Ginebra, Nueva York y Harvard. Su muerte se ha producido en su residencia de la ciudad de Cambridge (Reino Unido). En su día, y destacó por sus ensayos y como profesor y académico.

"Sabemos que un hombre puede leer a Goethe o Rilke en la tarde, puede escuchar a Bach o a Schubert y después ir durante la mañana a su trabajo en Auschwitz", dijo en una de sus frases más conocidas Steiner. Otra de sus principales reflexiones básicas en cuanto a la comunicación humana es el uso diametralmente opuesto que se puede hacer de ella, como explicó en su obra "Gramáticas de la Creación". "Para mi asombro, aunque pueda parecer inocente a la gente, la palabra humana se puede usar tanto para amar, construir o perdonar, pero también para torturar, odiar, destruir o aniquilar", reflexionó Steiner, que dominaba tanto el francés como el alemán y el inglés.

También meditó el escritor sobre el origen del habla humana, el mito de la Torre de Babel y su significado para la humanidad, los beneficios de dominar varios idiomas o la superioridad de los políglotas. En torno a estas y más cuestiones escribió más de dos docenas de libros, entre ellos colecciones de ensayos, una novela y tres colecciones de cuentos cortos.