El sistema sanitario de Asturias "está preparado" para que llegue el nuevo coronavirus chino, pero esta posibilidad "es muy baja". Así se pronunció ayer Emilio García Prieto, médico del servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y miembro de la comisión de infecciones del centro sanitario ovetense, en el transcurso de un coloquio sobre la nueva amenaza pandémica celebrada en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

Santiago Melón, responsable del servicio de Virología del HUCA, coincidió con su compañero en que "estamos preparados" para recibir los efectos del patógeno surgido en la ciudad china de Wuham, que hasta la fecha ha afectado a unas 20.500 personas y provocado unos 425 fallecidos. Estas cifras implican una tasa de letalidad que ronda el 2 por ciento, muy inferior al 10 por ciento que alcanzó el virus del SARS en 2003, que finalmente sólo llegó a afectar a unos 8.000 individuos.

En Asturias se diagnosticaron en 2019 unas 700 infecciones de coronavirus ya conocidos. Para ellos, "no existe tratamiento, pero tampoco se ha considerado importante, porque habitualmente son infecciones autolimitadas", señaló el doctor Melón.

La Consejería de Salud del Principado ha diseñado un protocolo de actuación, en virtud del cual las personas que presentaran sospechas serían, en primer lugar, ingresadas en un box del área de Urgencias del HUCA -habilitado tiempo atrás, con motivo del brote de ébola, y aún no estrenado- hasta el momento en el que se dispusiera de un diagnóstico cierto.

Santiago Melón incidió en que la investigación de una vacuna para el nuevo virus respiratorio no dará, previsiblemente, unos resultados inmediatos. "No vamos a tenerla mañana, vamos a darle un tiempo", aseveró. Sin embargo, el especialista hizo hincapié en los enormes avances en el conocimiento del virus acumulado por la comunidad científica mundial en poco más de un mes. No conviene olvidar que el inicio del proceso chino se produjo en los últimos días de 2019, con los primeros casos de neumonía atípica detectados en Wuham. Como contrapunto, el virólogo citó lo sucedido con el virus del VIH -causante del sida- hace menos de cuatro décadas: "Tardamos cuatro años en disponer de un sistema diagnóstico", señaló.

Bajo el título "El coronavirus que viene de China: prevención y riesgos", la mesa redonda fue abierta por Fernando Vázquez Valdés, jefe del servicio de Microbiología del HUCA y catedrático de la Facultad de Medicina, quien realizó un viaje por la historia de las epidemias. La de la gripe de 1918 "acabó con unos 50 millones de personas, aunque hay historiadores que elevan esta cifra hasta 100 millones de muertos", indicó. "El mayor asesino de la Historia" -subrayó el experto- han sido los mosquitos, que con su cortejo de infecciones -malaria, dengue, fiebre amarilla...- se han cargado a la mitad de la población mundial desde que existe el hombre".

A juicio de Fernando Vázquez, "la gente tiene mucho miedo al coronavirus, pero hay un patógeno al que tenemos con nosotros todos los años, el de la gripe, al que no se le tiene miedo porque disponemos de una vacuna que protege de una manera importante".

María de Oña Navarro tiene en su currículum el haber puesto en marcha la sección de Virología del HUCA a finales de los años 70 y principios de los 80 del siglo pasado. Durante un largo periodo, y hasta su jubilación, ejerció como responsable de este área. "Fuimos los primeros en Europa, junto con los holandeses, en detectar los antígenos del citomegalovirus en la sangre", destacó. Este avance benefició de un modo singular a los pacientes trasplantados, ya que "se morían de neumonía por este virus si no lo diagnosticaban pronto".

La especialista puso el acento en la importancia de la puesta en marcha, en 1992, de la red centinela de vigilancia epidemiológica, que se integró en las redes española y europea de esta misma actividad. Además de su utilidad en la monitorización de las epidemias anuales de gripe, "es un sistema de control de otras infecciones respiratorias virales, como VRS, parainfluenza, coronavirus y una larga lista de virus respiratorios, y a través de ella se controlan otros brotes epidémicos, como parotiditis, varicela...".

Tomando como base este y otros atributos del servicio en el que trabajó durante muchos años, María de Oña enfatizó que "la virología que tiene el sistema sanitario de Asturias es excelente y de reconocido prestigio".

Emilio García Prieto, médico de la UCI del HUCA, explicó que el tratamiento habitual de los coronavirus es "de soporte de los fallos orgánicos que el paciente vaya sufriendo". "Un tercio del total de enfermos han de ser ser ingresados en cuidados intensivos porque presentan dificultades respiratorias que requieren ventilación asistida", apostilló el especialista en Medicina Intensiva.