Asturias está "preparada" para hacer frente a un eventual caso de infección por coronavirus, los profesionales de la sanidad disponen de los protocolos de intervención necesarios y de material para evitar el contagio. El consejero de Sanidad del Principado, Pablo Fernández Muñiz, lanzó ese mensaje tranquilizador a la salida del Consejo Interterritorial de Sanidad, reunido ayer en Madrid en sesión extraordinaria. En el mismo sentido se manifestó el resto de los representantes autonómicos y el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Fernández Muñiz aseguró, refiriéndose a las posibilidades de contagio de coronavirus, que "el riesgo no es alto" en Asturias, ni en el resto de España, y explicó que a ello contribuye que no haya vuelos directos entre España a la ciudad china de Wuhan, foco de la epidemia.

En Asturias, según Fernández Muñiz, no hay ningún caso en investigación; en el resto del país todos los sospechosos han dado negativo, excepto el ciudadano alemán que se contagió en su país y que permanece confinado en un hospital de La Gomera, en Canarias, donde fue diagnosticado.

Asturias dispone de una habitación de aislamiento en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), aunque el Consejero afirma que "no hacen falta habitaciones especiales" para los contagiados por el coronavirus. De todos modos, podría recurrirse a ella.

Los consejeros autonómicos y el ministro de Sanidad mostraron más preocupación por la propagación de actitudes "xenófobas" hacia la comunidad china que por el virus en sí mismo. El Consejero asturiano las atribuyó a "miedo, desinformación e ignorancia". El ministro recalcó que "estamos combatiendo un virus, no a un grupo de ciudadanos, ni a personas que provienen de un determinado país".

Ayer se conocieron los resultados de las pruebas realizadas a los españoles repatriados desde Wuhan, en cuarentena en el madrileño Hospital Militar Gómez Ulla, y que han resultado negativas.

La agenda política contagió el Consejo Interterritorial de Sanidad: la consejera catalana, Alba Vergés, se negó a hacerse fotos, en solidaridad con sus compañeros "en prisión y en el exilio".