El diseñador tapiego Arturo Obegero se quedó de piedra cuando le propusieron presentar su próxima colección en la Paris Women's Fashion Week. "Aún no me lo creo, pero estoy motivadísimo y contentísimo por la oportunidad y voy a dejar muy alto el nombre de Tapia", apunta esta joven promesa de la moda. Su debut en la pasarela será el próximo 4 de marzo y está trabajando contrarreloj para que todo salga a la perfección.
En el verano de 2018, recién salido de la prestigiosa escuela londinense Saint Martins, fichó por la Casa Lanvin y se trasladó a la capital parisina dispuesto a hacerse un hueco en el mundo de la moda. Un año después, decidió que "quería algo más personal, contar mi visión".
"Pensé que ahora, con 26 años, es mi oportunidad para hacer esto", añade. Así que se despidió de Lanvin para apostar por su propia marca: "Arturo Obegero". De hecho, está ultimando su propia web (arturoobegero.com), en la que pondrá a la venta versiones comerciales de sus prendas. No faltarán las de su primera colección, "Palmira", con la que se graduó en la Saint Martins y que le ha permitido abrirse camino.
Con su proyecto personal en marcha recibió un mensaje de la prestigiosa agencia francesa Totem Fashion interesándose por su marca. "Es una agencia bastante conocida, que, entre otros, descubrió y apoyó en sus comienzos al diseñador Raf Simons. Me dijeron que les gustaba mi colección y que querían ver mi trabajo, así que preparé un mini desfile para ellos y les encantó", explica. La cosa cuajó y han sellado un acuerdo por el que le representarán durante al menos un año. Ellos le han dado la oportunidad de montar su primer desfile, para el que trabaja a pleno rendimiento desde que le confirmaron la noticia la semana pasada. Entre puntada y puntada atiende a LA NUEVA ESPAÑA desde su casa parisina.
"La colección que voy a presentar está inspirada en el mundo de la danza y del surrealismo. De momento no tiene nombre, pero yo me refiero a ella como 'Academia', con la idea de que estoy creando mi propio cuerpo de baile", cuenta Obegero. Señala además que está intentando hacer una producción responsable y sostenible y, en este sentido, realiza toda la fabricación en talleres locales y está trabajando con telas compradas como restos a grandes compañías. "Son marcas muy potentes, que se deshacen de los sobrantes y yo los aprovecho", apunta.
Llevará a la pasarela un total de diez "looks", cinco de mujer y cinco de hombre, y está volcado en encontrar la mejor ubicación para presentarlos. "No es como en Madrid, que los desfiles se hacen todos en IFEMA, aquí cada diseñador busca su espacio especial porque ese lugar forma parte de tu narrativa. En París hay localizaciones brutales y estamos como locos intentando encontrar la mejor", explica, entusiasmado con la aventura.
Las diez prendas que subirá a la pasarela son variadas en el sentido de que habrá piezas "más de show y otras más comerciales". En este sentido, explica que su objetivo "es que haya un perfecto equilibrio". En menos de un mes lo demostrará en la pasarela de la ciudad de la moda.
