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Roberto Valdeón: "La sensación en Wuhan es la de una ciudad muerta"

El catedrático asturiano, profesor invitado en Huazhong, espera volver en octubre y advierte "preocupación" en sus colegas chinos

Roberto Valdeón posa rodeado de varios de sus colegas en la Universidad de Wuhan durante su estancia como profesor asociado en Huazhong. LNE

"La sensación es de ciudad muerta. El silencio impresiona", relatan vía WhatsApp los colegas del catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Oviedo, Roberto Valdeón. Él regresó hace poco más de dos meses de Wuhan, donde trabaja como profesor invitado en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong y tendría que volver en mayo pero dadas las circunstancias ha aplazado su viaje hasta fin de año. "Todo lo que podamos hacer por vía electrónica se hará, pero personalmente es imposible entrar al país", asegura el catedrático, profesor honorario en la Escuela de Traducción de la Universidad de Jinan e investigador asociado en la Universidad de Sudáfrica. Los primeros contactos con sus compañeros asiáticos le pusieron sobre la pista de la gravedad de la crisis del coronavirus: "Al principio eran un poco reacios a hablar de ello, pero ahora se nota más tensión y preocupación", cuenta Valdeón.

"Me comentan que no parece posible que puedan volver a abrir las universidades hasta marzo. Algunos se lo toman con humor. BFSU son las siglas de la Beijing Foreign Studies University y los alumnos le han puesto un nuevo nombre BFSU: Beijing Forever Stayhome University", bromea.

Roberto Valdeón dio conferencias en siete universidades de Wuhan durante el pasado mes de octubre. Relaciona la rápida extensión del coronavirus con la coincidencia del brote con las celebraciones del Año Nuevo Chino. "La gente viaja muchísimo realizan un montón de desplazamientos, algunos de hasta mil kilómetros", explica, y relata que hay gente que ha quedado atrapada en casa de sus familiares. Otros viven enclaustrados en sus hogares. Dice que sus colegas de la Universidad "piden la comida y cualquier otro producto de necesidad por internet y se lo llevan a casa, nadie sale a la calle".

El comienzo del nuevo semestre de clases ha quedado aplazado. "Allí hay mucha movilidad, la gente cambia mucho de universidad en universidad y los desplazamientos están a la orden del día. En ciudades donde todo es masivo y en el metro, por ejemplo, donde siembre van como sardinas en lata, es imposible no contagiarse; en caso de epidemia siempre vas a estar en contacto con alguien o tocar algo que esté infectado. Es muy lógico lo que ha ocurrido", sostiene Roberto Valdeón.

Su imagen de la ciudad de Wuhan es, a pesar de la epidemia, altamente positiva y refuerza su argumentación mostrando una imagen de uno de los restaurantes que frecuenta cuando está en China. "Limpísimo", sostiene, "obviamente hay muchas zonas poco salubres, que será de donde habrá surgido el virus, pero es una ciudad de más de diez millones y ultramoderna", concluye, refiriéndose a la que considera como su segunda casa académica.

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