La constatación del fracaso de un modelo equivocado. Así resumió ayer Luis Alija, presidente de la patronal del teatro profesional "Escenasturias", el cuadro resultante de la política teatral del Gobierno del Principado: menos representaciones de las compañías profesionales, más precariedad y que sólo se haya podido adjudicar el 75% de los 250.000 euros aprobados para ayudas a la programación escénica en los concejos asturianos.

"El modelo que creó el anterior viceconsejero (de Cultura, Vicente Domínguez) no funciona; tal y como ya anunciamos, ha fracasado", afirmó Alija, después de conocer la información publicada ayer por este diario con datos recogidos por Boni Ortiz en el "Anuario del teatro en Asturias", que se presentó el lunes en la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten), en Gijón. "La solución exige el diálogo de todos: Gobierno, programadores de los Ayuntamientos y compañías profesionales", añadió el presidente de "Escenasturias". Esta entidad reúne a la mayoría del sector profesional de la escena asturiana, con unas doscientas personas.

Alija está persuadido de que en el Principado "no hay política escénica". Y pidió a la Consejera de Cultura, Berta Piñán, "que se ponga las pilas". Las conversaciones con el nuevo director general de Cultura, Pablo León, han sido positivas. Pero el presidente de "Escenasturias" volvió a reclamar "hechos", tal y como proclamó en la última gala de los premios "Oh!". A su juicio, era preferible el modelo que ofrecía el anterior circuito asturiano de las artes escénicas, con dos décadas de funcionamiento, a los cambios que se introdujeron el año pasado. Un dato parece avalar esta opinión: quedaron sin adjudicar hasta 61.000 euros de las ayudas presupuestadas para la contratación de espectáculos de compañías profesionales.

Y eso que la partida destinada al teatro asturiano es baja en comparación con las ayudas de otras comunidades vecinas. La Diputación de La Coruña, por ejemplo, presupuesta hasta 1 millón de euros para las artes escénicas, frente a los 250.000 euros de Asturias, según datos de Alija. Éste insistió en que los cambios en el citado circuito escénico han retraído a muchos programadores municipales. "Al salir tan tarde las subvenciones, no sabían si tendrían dinero para las contrataciones", resaltó.

Asturias sumó en 2019 un total de 1.527 representaciones. Son 96 más que en 2018, pero si se examinan las cifras detenidamente se ve que lo que ha aumentado es el número de actuaciones de las compañías del llamado teatro amateur. Las funciones de los grupos profesionales cayeron de las 584 registradas en 2018 a las 579 del último ejercicio. Y, además, el 74 por ciento de los espectáculos sólo tuvieron uno o, como máximo, dos actores. La explicación está en la necesidad de ajustar los costes laborales.

Alija relacionó el aumento de la representaciones del teatro amateur y el descenso de las funciones de los grupos profesionales con el temor de los programadores ante el actual sistema de ayudas. O sea, a la incertidumbre que, en su opinión, ha traído el nuevo modelo implantado por el ex viceconsejero Domínguez.