Piezas tridimensionales que ofrecen una visión casi siempre irónica del asunto al que aluden. Es un resumen de las obras que integran "Sensociedad", la exposición que Daniel Fernández Jove tiene previsto inaugurar mañana, viernes, en la sala gijonesa Espacio Líquido.

Una muestra en la que su autor, como él mismo afirma, "ratifica" una propensión a la denuncia mediante el uso de una "poética" fundamentalmente crítica en la que cabe casi siempre, como se ha dicho, el humor a través del planteamiento irónico. De todo esto es fácil deducir que a este artista, que ha participado por ejemplo en la feria de escultura "Esculto", en Logroño, le interesa remover la conciencia del espectador mediante la apelación a la conciencia risueña.

Daniel Fernández Jove nació en Villaviciosa en 1973 y se formó en la Escuela de Arte de Oviedo, concretamente en la especialidad de grabado y estampación. En 1996 llegó a colgar una xilografía en el certamen nacional de obra gráfica para jóvenes creadores, al amparo de la Academia de San Fernando. Y en 2001 fue uno de los seleccionados para la muestra "Ocho nuevos grabadores", que se expuso en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

En estas piezas que componen "Sensociedad", el artista parte de elementos de factura sencilla para proponer personajes, paisajes o situaciones sobre la condición humana y los sentimientos que han acompañado a la especie a lo largo del tiempo: el amor y la muerte, pero también la inocencia o la codicia. Fernández Jove empezó a idear y hacer estas útiles esculturas a partir de 2014. Son piezas de aparente sencillez, resueltas en una escala HO, pero que se prestan a interpretaciones críticas por los contextos en que el autor sitúa a sus mínimos personajes. Una oportunidad para acercarse a un artista que fue premiado en 1998 en la Muestra de Arte Joven de Asturias.