Más medidas higiénicas y restricción de los viajes. Esos son los dos principales cortafuegos que están tomando las grandes empresas asentadas en Asturias para evitar que la crisis del coronavirus se propague entre sus trabajadores. Compañías como ArcelorMittal, EDP o Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) han puesto en marcha diferentes protocolos de actuación para protegerse del virus y evitar contagios.

Así, en Arcelor los viajes están muy restringidos. Solo se hacen los imprescindibles y, además, tienen que estar autorizados por algún directivo. No es la única medida. Ya hace unos días, antes de que el virus saliera de China y de Italia, la siderúrgica puso en macha diversas medidas higiénicas. Elaboró, por ejemplo, una circular que distribuyó entre su plantilla y en la que recomendaba que los empleados tuvieran especial cuidado al lavarse las manos.

No son los únicos que están siendo precavidos. El grupo EDP, cuyo principal accionista es la china Three Gorges, ha restringido los viajes, especialmente a aquellos lugares calificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de riesgo, entre los que se incluyen China e Italia. Parecidas medidas se han adoptado en Capsa, que además ha prohibido las visitas de proveedores desde países donde las infecciones sean elevadas. Y si algún empleado viaja por cuenta propia a algún país de los considerados de alto riesgo, a su vuelta lo primero que tiene que hacer es ponerse en manos de los servicios de salud de la compañía.

Los que no están notando aún nada son los hoteles asturianos, que aseguran que las reservas -bajas durante esta época del año- no están sufriendo cancelaciones, según la patronal Otea.