En el Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, ha empezado a imponerse la práctica de no estrecharse la mano como medida preventiva frente al coronavirus, incluso entre los miembros del Ejecutivo. El ministro del Interior, el socialcristiano bávaro Horst Seehofer, protagonizó ayer una escena muy llamativa -como se ve en la imagen superior- al rehuir darle un apretón de manos a Merkel.