La sanidad asturiana se ha visto obligada a empezar a aislar a trabajadores sanitarios por el coronavirus chino. Se trata de profesionales que atendieron el lunes a la mujer de 85 años que anoche fue diagnosticada de COVID-19. La paciente vive en una residencia de mayores privada y fue ingresada en el Hospital de Cabueñes, de Gijón.

La Consejería de Salud está decidiendo a cuáles de los trabajadores que tuvieron contacto con ella se les aplican medidas preventivas y restrictivas. En el caso de los técnicos de transporte sanitario, los dos trabajadores encargados del traslado de la mujer al Hospital de Cabueñes, se encuentran en aislamiento preventivo en sus hogares.

Sobre el papel, los compañeros de residencia de la mujer deberán estar sometidos a un seguimiento estrecho para comprobar si hay alguno infectado. Por otra parte, en el Hospital de Cabueñes ha sido suspendida una sesión prevista en su salón de actos.