Un madrileño de 48 años que estaba de vacaciones desde el lunes en Gijón, con tres familiares, se convirtió ayer en el quinto infectado en la región por el nuevo coronavirus de origen chino. Se trata de un caso que las autoridades sanitarias relacionan con el foco infeccioso declarado en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Había viajado a Asturias en su coche particular, sus síntomas son leves (catarro y fiebre) y los médicos le han prescrito un simple aislamiento domiciliario. Según la Consejería de Salud, ha tenido contactos con cinco personas que están sometidas a vigilancia.

De los cinco afectados en Asturias por el coronavirus, solo el escritor astur-chileno Luis Sepúlveda presenta una situación comprometida -se teme por su vida- por la que está siendo tratado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Los restantes infectados o están en su casa o en la novena planta del complejo sanitario ovetense, donde se ha habilitado una zona de aislamiento.

Cuatro de los cinco casos han sido detectados en Gijón; el quinto, en Llanes. ¿Cuál es el problema del COVID-19 en Asturias? Los números lo dicen todo: mientras en el conjunto de España se conoce el origen de la infección del 90 por ciento de los enfermos de coronavirus, en Asturias se sabe el del 40 por ciento. O sea, de dos de los cinco: se trata del joven llanisco de 32 años que estuvo en el norte de Italia y de este último caso, relacionado con Torrejón de Ardoz.

El vínculo epidemiológico de los otros tres enfermos no ha podido ser esclarecido por el personal sanitario. En consecuencia, los responsables de la Consejería de Salud del Principado admitieron ayer que "ya puede haber transmisión del coronavirus" dentro de la región. Ante este nuevo escenario, la Consejería de Salud ha adoptado una decisión que desde hace días reclamaban con creciente intensidad diversos colectivos médicos: ampliar la búsqueda del agente infeccioso para detectar posibles contagios comunitarios (no importados de otros lugares).

Los cambios de protocolo son dos: a todos los pacientes con infecciones respiratorias se les aplicará de oficio el test del coronavirus; y, segundo, se analizarán las muestras conservadas de los fallecidos en los últimos tiempos -seguramente en las cuatro últimas semanas- por infecciones respiratorias. En total, en el Principado se ha analizado hasta el momento a unas 100 personas.

De otro lado, el Principado estudia la posible relación entre dos infectados gijoneses: Sepúlveda, que fue atendido en el sanatorio Covadonga antes del diagnóstico, y una mujer de 85 años que vive en la residencia Jovellanos. Se trata de dos centros privados entre los que media una escasa distancia. No obstante, en el caso del escritor astur-chileno también se considera la posibilidad de que adquiriera la infección durante un viaje a Portugal.