El caso de la mujer de 85 años que ingresó con neumonía este pasado lunes en el Hospital de Cabueñes (Gijón) y acabó trasladada al HUCA por dar positivo en coronavirus sigue sin aclararse. Las dudas sobre el foco de su infección se han incrementado después de que otra anciana también presentase una neumonía que ahora se investiga. La proximidad de este centro gijonés, la residencia Jovellanos, con el sanatorio Covadonga -donde fue atendido el primer caso de coronavirus detectado en Asturias, Luis Sepúlveda-, ha obligado al Principado a buscar algún vínculo entre el escritor y la octogenaria. Por el momento, parece no existir, aunque la hipótesis de que haya alguna relación entre ambas infecciones no se ha descartado del todo.
Ana Suárez Guerra, gerente del ERA (red de residencias del Principado), destacó ayer que lo prioritario es identificar el foco del contagio. Para ello, se están estudiando todos los posibles contactos con la afectada. "Hemos tenido una conversación intensa con la directora y nos consta que se han tomado medidas muy garantistas", añadió Suárez Guerra, quien aclaró que, además de los puntos de higiene instalados en todas las residencias, en la de El Coto se han aplicado también "protocolos de limpieza sistematizada y de manera continua".
Cercanos, pero sin vínculos
La residencia tiene 191 plazas, de las que 122 son concertadas con el Principado. A fecha de ayer quedaban seis por cubrir, pero el ERA ha decidido bloquear su asignación a la espera de que las investigaciones cristalicen.
Los familiares de los residentes mantienen cierta normalidad. Algunos de ellos porque ni siquiera saben que una de las contagiadas en Asturias por el coronavirus residía allí hasta hace bien poco. "No nos han dicho absolutamente nada; solo que utilizásemos el jabón de manos al salir porque es el protocolo habitual y se hace en todas las residencias", explicaba Naida Viltre a la salida del centro tras visitar a su suegro.
Otros, en cambio, sí conocían la realidad, aunque cada versión era un mundo aparte. Entre las opciones que circulan, una indica que un familiar que la visitó había estado en el norte de Italia, pero otros habituales del centro niegan este extremo. "Se está generando una psicosis innecesaria; aquí está todo controlado y es solo un caso el que se ha producido y no sabemos cómo", proclamaba Maribel Bernardo Vega.
La falta de una versión por parte de la residencia da rienda suelta a las especulaciones de todos los usuarios. En lo que sí coinciden todos es en la inexistencia de contacto con el cercano sanatorio Covadonga. "Si se pone alguien malo le llevan al centro de salud de El Coto y, si es más grave, a Cabueñes; eso cuando no puede atenderles la doctora que trabaja en la residencia", coinciden varios familiares.
Desde el sanatorio Covadonga hacen hincapié en que han revisado a los pacientes atendidos en días próximos al contacto con Sepúlveda y descartan cualquier vinculación con internos de esta residencia, que tiene un servicio médico privado y ajeno al del Covadonga. "Ni practicamos servicio alguno en la residencia ni hemos atendido a ninguno de sus ancianos. Hay que recordar que somos un centro privado, aunque estemos cerca; en caso de problemas graves, los internos van al centro de salud o al hospital, no vienen aquí", aseveran desde la gerencia. Sus tres sanitarios en cuarentena preventiva, además, siguen en sus domicilios "totalmente asintomáticos y en buenas condiciones".
