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Así contienen las empresas asturianas el virus: reuniones virtuales y menos viajes

Las grandes compañías tiran de teletrabajo y segregan a los empleados para frenar el coronavirus l Transinsa deja a dos técnicos en cuarentena

Una farmacia en Lugo, con consejos sobre qué hacer y qué no para contener el virus. EFE

Teletrabajo, restricción de los viajes y, a la más mínima sospecha, un protocolo de contención para evitar que la expansión del virus afecte a la actividad productiva. Esas son las principales normas que han establecido las empresas asturianas -especialmente las más grandes- para hacer frente al coronavirus, para evitar que sus trabajadores enfermen y que, por lo tanto, su actividad se vea atenazada. Por el momento, son todas medidas de contención pero sin alarmismo. Aunque muchas, como ArcelorMittal o Transinsa -la empresa de ambulancias-, han ido un paso más allá y ya tienen protocolos de actuación específicos en caso de sospecha de contagio en algún centro de trabajo.

Arcelor lleva ya unos días restringiendo el movimiento de su personal. Cada viaje tiene que ser aprobado antes por un directivo, especialmente si se va a una de las zonas consideradas de riesgo. Pero, además, la compañía ha puesto en marcha un protocolo específico -siguiendo las indicaciones de los servicios sanitarios- en el caso de que se detecte una sospecha de contagio. Sería una actuación similar a si hubiera una emergencia en alguna factoría, destacó la propia empresa, que no entró en más detalles. Solo puntualizó que se trataría de una actuación en la que habría coordinación con las contratas, los proveedores, las empresas de limpieza...

Femetal, la patronal asturiana del metal, también asegura que la expansión del virus ya está alterando la forma de trabajar. "Los contactos habituales están siendo sustituidos por videoconferencias, para evitar los desplazamientos", señaló la asociación empresarial. El incremento del teletrabajo, para evitar los contactos, es otra de las estrategias que están utilizando las compañías como cortafuegos contra el coronavirus. Esa es una de las medidas que ha puesto en marcha la tecnológica asturiana Seresco. Otra ha sido "segregar a los trabajadores en distintas salas o centros de trabajo". También han activado comités de crisis por si la situación va a más.

También la papelera Ence tiene activado un protocolo de contención en la que figura la suspensión de reuniones de más de cinco personas y que aquellos que presenten síntomas de resfriado preventivamente no acudan a trabajar. Además, ha cancelado viajes, restringido visitas externas a la factoría y potenciado otras medidas ligadas con la higiene de los empleados. "La compañía se mantiene vigilante y, por ello, está preparada para poner en marcha medidas más intensas, en caso de que la situación se agravase", aseguró la papelera.

No son los únicos. También Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) y EDP han restringido los viajes de sus trabajadores a las zonas de alto riesgo, tal y como recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad.

Un caso especial es el de Transinsa (la compañía de ambulancias) cuyos trabajadores pueden estar en contacto directo con posibles afectados. El presidente de la compañía y también de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, aseguró que dos de los trabajadores están en cuarentena en sus casas. Fueron aquellos que trasladaron a la gijonesa de 85 años que resultó que había sido contagiada por el coronavirus. "He hablado con ellos y están muy tranquilos", dijo. "Era un traslado como miles que hacemos y no parecía que tuviera nada que ver con el virus, pero hay un protocolo que epidemiología nos dijo que debíamos cumplir y han pasado a estar de baja".

Por otro lado, el CSIF ha reclamado a la dirección del centro penitenciario de Villabona que se pongan en marcha todas las medidas necesarias para evitar la transmisión del virus entre los reclusos y los empleados.

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