Las residencias de ancianos se blindan al coronavirus. La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar ha remitido a centros de la región, tanto públicos como privados, un protocolo de actuación frente a la enfermedad para evitar contagios en un grupo de población considerado especialmente vulnerable. Entre las medidas que figuran: usuarios, empleados y visitantes tienen que lavarse las manos a la entrada y a la salida, y las residencias deben reforzar el control de acceso a familiares, registrando su nombre y apellido así como la hora. En algunas residencias privadas, los ancianos están en aislamiento; desde hace días no pueden recibir visitas para evitar contagios.

Esta situación se repite en el resto de España. En Madrid, donde se han detectado contagios en residencias e incluso se han registrado muertes, ha decidido cerrar 213 espacios para ancianos. Según fuentes de esta comunidad, la medida persigue "contener y evitar la propagación" del patógeno. Aunque a estas alturas, en algunas ciudades del país, parece ya del todo imposible. En Asturias intentan prevenir el ataque del coronavirus a los ancianos reforzando las medidas de higiene y el control de las visitas. El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) convocó este viernes a todas las comunidades para elaborar un protocolo, que será ampliado previsiblemente mañana en una segunda reunión.

La Consejería de Derechos Sociales del Principado también ha anunciado que instalará puntos de higienización de manos en los centros de personas con discapacidad e infancia. Por ahora, no se han podido instalar en todos los centros de estas características dado el desabastecimiento de geles hidroalcohólicos. En la mayoría de farmacias asturianas hay lista de espera para comprarlos. En todas las residencias de mayores, inciden desde el Gobierno autonómico, sí se han instalado. Con respecto al otro grupo de riesgo, los niños, la Consejería de Educación mantendrá mañana una reunión, en el salón de actos del instituto Aramo de Oviedo, con las direcciones de los centros y servicios educativos, con el objetivo de trasladarles, explica el departamento de Carmen Suárez, "transparencia en la comunicación y la información, tranquilidad y confianza en nuestro sistema de salud".