Adonina Tardón, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo, analiza en esta entrevista el complejo escenario suscitado por la epidemia del nuevo coronavirus de origen chino.
-El coronavirus está paralizando parte del país. ¿Considera necesario hacer un llamamiento a la racionalidad?
-Los focos de transmisión del coronavirus están controlados, Madrid y Vitoria: son conocidos y están identificados. Me parece correcta la recomendación de limitar las visitas a las residencias geriátricas y a los hospitales, unas pautas que deberían mantenerse en el tiempo porque muchas personas que acuden a un complejo hospitalario a ver a un paciente se ponen en peligro a ellas mismas y al enfermo por entrar en una zona de alta probabilidad de transmisión de un virus respiratorio.
-Las cifras de infectados y personas en aislamiento crecen cada día.
-En España tenemos mucha suerte. En 1995 se creó la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Gracias a esta red existe una absoluta coordinación, y se garantiza la misma forma de actuar en todo el Estado español, algo importantísimo en estos casos. Lo que está haciendo la Red es totalmente acertado. De hecho, las cifras que hay ahora y que ponen muy nerviosa a la población responden a la evolución normal de una epidemia de transmisión respiratoria.
- ¿Normal?
-Habitualmente, este tipo de virus afectan a cinco personas por cada infectado, y en España estamos consiguiendo que solo se dupliquen. Entre la población de riesgo, como suele ocurrir en estos casos, está la gente mayor. Lo que tenemos que hacer es confiar en que las cosas se están haciendo bien y recordar la importancia que tiene el respeto a los demás. Es decir, que si alguien tiene catarro o tos debe evitar trasmitir cualquier virus, cualquier bacteria, a las personas de alrededor.
-En Oviedo se ha cerrado el centro Fundación Masaveu, ¿considera la medida acertada?
-Desde mi punto de vista, es mucho más recomendable que los centros educativos continúen abiertos porque se evita la dispersión de los posibles casos y se facilita la detección y la trazabilidad de los casos que puedan producirse.
-Tenerlos abiertos también implica riesgos.
-Con un colegio abierto se sabe quién falta a clase, dónde puede haber un posible infectado. Y lo que se intenta ahora es conocer cualquier positivo que exista. Y se hace así porque las infecciones respiratorias, como pasa con la gripe, se trasmiten en periodo de incubación, cuando los síntomas son prácticamente inexistentes.
-Asturias suma diez personas infectadas, ¿es la evolución esperable?
-Sí, es la esperable. Está muy bien la medida primera de no ir al hospital y llamar al 112, es una medida espléndida.
-¿Estima que con el coronavirus ocurrirá algo similar que con la gripe, que alcanza el "pico" allá por enero y luego descienden los contagios?
-Ojalá se convierta en estacional como la gripe. Lo más probable es que sí, porque el número de personas que sufren la enfermedad grave es un porcentaje pequeño. Los virus se trasmiten siempre y cuando haya susceptibles y siempre y cuando les demos oportunidad de pasar de una persona a otra. En este caso, como el virus es nuevo, todos somos susceptibles. Ponerle freno al coronavirus va a depender de nosotros, debemos ser respetuosos y cumplir las normas de higiene. Debe quedarnos claro que un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. En este caso, si somos capaces de cortar la transmisión será un gran logro de la población del siglo XXI. Y creo que la sociedad tiene suficiente educación ya como para entender esto.
-¿Qué podemos hacer para librarnos del coronavirus?
-Comer muy bien, mucha fruta, mucha verdura y dormir mucho para que tengamos el sistema inmunitario potente. Y, por supuesto, dejar de fumar para que las vía respiratorias estén lo más sanas posibles.
-Los sanitarios trabajaron probablemente con menos información allá por los ochenta con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que es el que causa el sida, luego la gripe A, el ébola... Ahora el coronavirus. ¿Por qué este virus genera tanta alarma?
-Profesionales sanitarios hay muchos y las opiniones dispares en algunos siempre se producen. La forma de utilizar un equipo de protección individual quizá es algo que tenemos que repetir más de lo que lo hacemos, a veces se oxida la formación.
