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"No tomé ni paracetamol, lo que desespera es permanecer aislado", cuenta el primer curado de coronavirus en Asturias

"Solo el primer día tuve un poco de fiebre, unas decimillas", afirma el llanisco contagiado en Italia | "Espero que los demás enfermos corran la misma suerte que yo, en el HUCA están en buenas manos"

"No tomé ni paracetamol, lo que desespera es permanecer aislado", cuenta el primer curado de coronavirus en Asturias

"Al final todo salió bien, gracias a Dios". Así celebraba ayer el primer paciente asturiano curado de coronavirus que sus pruebas diesen negativo tras siete días de aislamiento en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Fue el segundo caso detectado en la región, pero el primero en ser dado de alta. Ayer volvió, ya plenamente restablecido, a su domicilio de Llanes, contento por vencer a una enfermedad a la que nunca tuvo miedo. "No me mediqué ni con paracetamol", asegura con voz tranquila y sosegada desde su casa, echando la vista atrás y viendo los últimos siete días como algo ya muy lejano que, aunque no olvidará, quiere dejar atrás.

Al final, cuenta, "fue todo muy bien, un poco desesperado porque estás solo y aislado, pero nada más allá de lo normal, nada más que reseñar" de su estancia de una semana en el HUCA, donde permaneció ingresado sin ver ni siquiera a ninguno de los diagnosticados con la misma enfermedad.

El llanisco volvió de la zona norte de Italia, de Trentino, el 1 de marzo. Estaba esquiando allí desde el 28 de febrero. Había viajado con siete amigos y lo cierto es que nunca se plantearon renunciar a aquel plan que llevaban tiempo esperando. No había restricciones, ni prohibiciones, con lo que si las autoridades no alertaban de lo contrario, el viaje podía mantenerse. Al volver, comenzaron los primeros síntomas, de forma leve. Él mismo llamó al servicio de emergencias para comunicar la situación cumpliendo con el protocolo que habían establecido las autoridades sanitarias. Sin embargo, asume, "no tuve ningún síntoma grave nunca, salvo algún pico de fiebre, unas decimillas, el primer día". Llamó al 112 por prudencia. El 2 de marzo le hicieron las pruebas en su casa, donde vive solo. Y el 3 confirmaron su positivo en coronavirus. Había caído la noche cuando una ambulancia lo recogió en su casa. "Parecía un astronauta", dijeron por Llanes los que lo vieron salir de allí. El afectado tranquilizó a sus seguidores de las redes sociales previendo el caos que podría generar que un amigo, o un vecino, estuviera infectado por el Covid-19. Así, colgó alguna foto quitando hierro al asunto mientras esperaba a que un equipo de sanitarios viniera a recogerlo para trasladarlo a Oviedo. Poco tiempo después, subió una nueva imagen, dentro de la ambulancia, con una mascarilla puesta, evidenciando que todo estaba en orden. "Me gustaría recalcar que en Llanes nunca tuve contacto con nadie, volví directo de Italia a mi casa, y de mi casa fui al HUCA", subrayó.

Ahora, dice, "solo quiero volver a trabajar" y recuperar la rutina en la villa del Oriente asturiano. Ahí todos le conocen y seguramente sea el foco de atención durante un tiempo. Lejos de avivar el caso, el joven llanisco ha intentado en todo momento mantener la calma, la suya y la de todos los que forman parte de su día a día. E incluso agregar buen humor a su rutina de aislamiento. Ahora, que ya todo ha acabado, cuenta que ha estado bien y que la suya ha sido "una experiencia con final feliz". Y desea lo mismo para el resto de enfermos con coronavirus. "Ojalá el escritor (el primer infectado de la región) corra la misma suerte, estará en buenas manos en el HUCA", asevera.

Él, asume, tendrá que hacer "un seguimiento por parte de mi médico de cabecera"; pero ahora, una semana más tarde de haber estado en cuarentena, "todo está bien".

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