El coronavirus ya está provocando un aluvión de cancelaciones de reservas en hoteles y restaurantes asturianos para este mes y el que viene, con lo que el sector turístico prevé una debacle de cara a Semana Santa en un año en el que todas las previsiones apuntaban a batir el récord de visitantes conseguido el año pasado. La Consejería de Turismo, en colaboración con la patronal turística regional, OTEA, ha trasladado al sector una guía de buenas prácticas que incluye hasta cómo se deben disponer las mesas en un restaurante. Además, los empresarios han constituido una comisión de seguimiento para conocer con detalle el impacto en el sector, en el que al cierre de esta edición no se tenía conocimiento de que hubiera afectados.
La situación es complicada para la hotelería y la restauración. Y ya roza el drama para muchos hoteles cuya principal línea de negocio son los viajes organizados de grupos, sin ser en exclusiva del Imserso.
La Semana Santa, que este año se celebra en abril, es fundamental para el sector turístico en Asturias no sólo por la llegada de visitantes sino también por la celebración de la Oviedo Cup, una prueba futbolística que atrae al Principado a miles de personas tanto de España como de otros países y que de momento no ha sido anulada, aunque se han aplazado los partidos de la fase previa de los equipos locales.
La cúpula de la patronal OTEA mantuvo una reunión a primera hora de ayer e inició la elaboración de una encuesta que se realizará en todos los establecimientos, recogiendo los datos cada dos días para mantener un seguimiento constante del impacto del coronavirus. Según las fuentes consultadas, "es importante saber si el sector tiene anulaciones o aplazamientos, porque no es lo mismo para los negocios".
La patronal prepara además una batería de medidas para trasladar tanto al Gobierno central como al regional. Por ejemplo, que se agilicen los trámites en caso de que sea necesario aprobar un expediente temporal de empleo (ERTE), cuyo visto bueno depende de la Dirección General de Trabajo del Principado, según explicaron las mismas fuentes.
La guía de buenas prácticas distribuida en el sector contempla medidas específicas de prevención para los alojamientos turísticos, entre las que se incluye, por ejemplo, que las personas con síntomas respiratorios deben ser atendidas por el médico en la propia habitación; que se desinfecten los mostradores de forma frecuente; evitar abrazos, besos y estrechar las manos con los clientes y entre los empleados, y desinfectar las manos cada vez que se maneje dinero o se intercambie un objeto con otra persona, como por ejemplo un vehículo.
La manipulación de alimentos, la limpieza y desinfección de la vajilla y los salones ocupan su espacio en la guía, que explica incluso la distribución en los comedores de bares y restaurantes. Se aconseja una densidad máxima de cuatro personas cada diez metros cuadrados y las mesas se deben disponer de tal manera que la distancia entre los respaldos de dos sillas y entre las mesas supere el metro. Otra de las recomendaciones es que la información se transmita con transparencia pero sin alarmismos, con una comunicación eficaz sobre los riesgos.
