Los profesores reclamaron ayer a la Consejería de Educación que dé instrucciones "claras" para afrontar la crisis del coronavirus en las aulas. Si el anuncio del martes de cerrar cuatro nuevos centros -aparte del Masaveu de Oviedo, que fue clausurado el lunes- fue caótico, la gestión ayer de clases y actividades extraescolares no fue menos. "Hay necesidad de establecer una serie de protocolos que no dejen al arbitrio del profesorado o las direcciones la interpretación de lo que ha de hacerse", remarcaron representantes sindicales. Así está pasando, por ejemplo, con los viajes de estudios, las excursiones, las actividades deportivas... Existe la "recomendación" de Salud de no hacerlas, pero las respuestas de los centros están siendo dispares y muchos se quejan del enorme gasto económico que tendrán que soportar al cancelar eventos.

Otro ejemplo de desorganización es que los profesores de algunos de los cinco centros cerrados tuvieron que acudir ayer a clase para su asombro. Fue el caso del instituto Monte Naranco de Oviedo, que celebró al mediodía un claustro con unos 80 docentes al aire libre para evitar posibles contagios tras haber entrado un alumno -dio negativo en las pruebas- en contacto con un caso de coronavirus. "Nos parece indignante y una tomadura de pelo. ¿Que es que a la Consejería no le interesa la salud de los profesores? Las medidas de prevención deben ser para todos", se quejaron los docentes, que dedicaron la jornada a preparar desde sus despachos las actividades que difundirán de forma online a sus alumnos. "Eso lo podíamos haber hecho perfectamente desde casa", apuntaron. El centro fue desinfectado, sin embargo el personal no fue obligado a tomar ninguna medida de precaución, como evitar el contacto físico o estar a más de un metro de distancia.

Por contra, la plantilla del colegio San Ignacio de Oviedo trabajó desde casa. En sus instalaciones no hubo "actividad de ningún tipo", según señaló su director, Marcelino Fernández. Los profesores se organizaron con los alumnos a través de plataformas digitales. Hicieron una "prueba" ayer y la idea es extender las clases online hoy a todo el estudiantado. "No queremos que se pare la actividad académica", apuntó. El equipo directivo vivió el martes con "incertidumbre y esperando una confirmación oficial" el anuncio de suspensión de clases, ya que avisaron por la mañana de la sospecha de un caso y el aviso de cierre no llegó hasta última hora de la tarde, "teniendo poca capacidad reacción por nuestra parte y con la incomodidad consiguiente para las familias".

Los sindicatos pidieron en una reunión a la Consejera Carmen Suárez que no se actúe a golpe de "improvisación" como en Italia y se den directrices "claras y concisas" a los colegios e institutos de la región. "Creemos que las guías llegan tarde y que hay que dar instrucciones claras sobre medidas higiénicas o que se hará si se produce una suspensión generalizada de las clases", subrayaron.

La Consejera puntualizó que, salvo en los cinco cerrados, el ambiente en el resto de centros fue ayer de relativa normalidad. Los casos de absentismo fueron "puntuales, no con carácter general". "En realidad el alumnado está yendo a clase y esperando instrucciones en el caso de que haya algún cambio de dirección", dijo Carmen Suárez. No obstante, la preocupación de las familias va a más. Genma Valdés, vicepresidenta de la Federación de Ampas "Miguel Virgós", indicó que se produjo un incremento de llamadas el martes a raíz de la clausura de cuatro colegios. "Nuestro mensaje es de tranquilidad", afirmó.