La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ayer que el coronavirus (COVID-19) ya se puede definir como "pandemia", al tiempo que lanzaba un duro mensaje de advertencia y reproche contra "los niveles de inacción" ante una situación de extrema gravedad.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reforzó la posición del organismo con datos demoledores: hay más de 118.000 casos de coronavirus en 114 países y el número de muertes es de 4.291. "Podemos esperar que el número de casos, de decesos y de países afectados aumente todavía más" en los próximos días y semanas, dijo, añadiendo que la OMS "está profundamente preocupada por la alarmante expansión del virus, por su gravedad y por los niveles de inacción. Esta pandemia no es sólo una crisis de salud pública, afecta a todos los sectores, y todos los gobiernos y sociedades deben involucrarse en la lucha".

Fue en 2009 cuando la OMS utilizó por última vez el término pandemia, y fue por la gripe A: dejó entre 150.000 y 575.000 muertos en todo el mundo. El médico etíope matizó que la nueva definición "no cambiará lo que estamos haciendo y lo que los países deben hacer". Es decir, que las estrategias deben seguir enfocadas más a la contención para impedir nuevos casos que a la mitigación de los ya existentes.

Tedros encendió una pequeña llama de esperanza al señalar que dos de los países más afectados por la pandemia, China y Corea del Sur, evidencian una clara tendencia a la baja en el número de casos, y que 57 de las naciones afectadas han reportado menos de 10 contagios. La OMS agradeció a países como China, Irán, Italia y Corea del Sur las agresivas medidas para contener sus brotes epidémicos, reconociendo su máximo responsable que "sus sociedades y economías han pagado un duro precio". Y subrayó en su intervención que "todos los países deben buscar un buen equilibrio entre proteger la salud, minimizar los efectos adversos en la economía y la sociedad y respetar los derechos humanos".

El director de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, desveló que la decisión se tomó tras largas horas de estudio con expertos dentro y fuera del organismo, y confía en que pueda "impulsar a tomar acciones más agresivas e intensas".

Ryan hizo un preocupado y preocupante análisis de las perspectivas que esperan al mundo, asegurando que otros países estarán pronto bajo los efectos de la dramática situación actual que sufren estos días naciones como Italia o Irán, y reconoció que los distintos gobiernos, incluida la propia OMS, "podrían haber hecho algunas cosas mejor, pero no es el momento de las culpas, sino de solidarizarse y poner manos a la obra".

Ryan lanzó una advertencia a los países que se muestran más preocupados por atender los casos cuando surjan que en prevenir la llegada del brote. "Si no se intenta reprimir el virus, éste puede saturar sus sistemas sanitarios", recalcó. De ahí que recomendara mayores esfuerzos en la búsqueda y diagnóstico de contagios.