Primera víctima del coronavirus en Asturias. Avelino Uña Gutiérrez, religioso salesiano de 68 años, falleció sobre las 21.00 horas de ayer en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA donde había ingresado el lunes, tras serle diagnosticada la infección por el nuevo patógeno chino. El fallecido forma parte del foco de COVID-19 identificado el pasado domingo en el colegio Fundación Masaveu de Oviedo. Un brote que hasta ayer sumaba 24 afectados. "La mayoría son profesores y alumnos del centro, y los restantes son familiares o amigos, es decir, contactos estrechos de estos pacientes", informó la Consejería de Salud del Principado.

La cifra total de casos en la región ascendió ayer de 32 a 39. De ellos, 11 están ingresados en el HUCA. Un paciente de 70 años permanece ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital ovetense y su estado de salud preocupa seriamente. Y una decena de personas positivas a COVID-19 permanecen aisladas en planta. Tres tienen neumonía sin criterio de gravedad y el resto presentan sintomatología inespecífica leve. Un llanisco de 32 años, ya ha recibido el alta.

La mayor parte de los afectados por el coronavirus en el Principado presentan cuadros leves -catarro, fiebre, dolor de garganta...- y siguen un tratamiento en su propio domicilio con seguimiento telefónico por los servicios de atención primaria.

Avelino Uña era el motor de la Fundación Masaveu, un centro con alumnos de Educación Secundaria (ESO) y FP donde no siempre era fácil mantener la atención de los chavales. "Nos tenía como velas", rememoraba anoche un antiguo estudiante. El primer fallecido en Asturias por coronavirus era el jefe de estudios del centro. De puertas adentro, era quien se hacía cargo de todo, estaba al mando. Como docente era tutor en el grado superior de Mecanizado y un referente en el colegio en lo relacionado con el metal.

Se ha ido un hombre serio, recto, que apretaba en clase pero que, a la vez, sabía cuándo convenía relajar la tensión con una broma, un comentario sobre fútbol o una frase graciosa. "Tenía mucho mando y sabía ejercerlo", relata otro exalumno de la Fundación Masaveu. Pero su carácter le hacía ser querido entre los adolescentes, además de respetado. "Siempre decía que no le gustaba el fútbol pero sabíamos que lo veía, era madridista cerrado y provocaba a los del Barcelona", repasa con pena uno de sus pupilos.

A los profesores con carisma se les mira con lupa y se les imita. A Avelino Uña le descubrieron su faceta graciosa y una muletilla que él mismo explotaba a su interés. "¡Cállese!", repetía constantemente, incluso cuando nadie hablaba. Y ahí la clase estallaba en risas.

La evolución de la epidemia -desde ayer pandemia- de coronavirus en Asturias condujo ayer al cierre del colegio La Inmaculada, de Oviedo, el sexto centro educativo de la región que es clausurado por casos sospechosos o confirmados del coronavirus surgido en Wuhan.