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"No quiero estar en Madrid"

Los asturianos vuelven a casa escapando del contagio y de las medidas restrictivas en la capital por el coronavirus

Nélida Fernández, a su llegada a Oviedo. MIKI LÓPEZ

Unos huyen del miedo, otros del caos y otros simplemente bajan del tren para pasar unos días en Asturias. Son viajeros del tren Alvia que salió de Madrid alrededor de las tres de la tarde y llegó a Oviedo poco después se las siete.

A Nélida Fernández, vecina de Langreo, la mascarilla y los guantes de látex la protegían contra la enfermedad, pero no contra la indignación. "Es una vergüenza lo que está ocurriendo", insistía ayer en la estación del Norte de Oviedo nada más bajarse del tren. Venía de pasar un mes en Madrid cuidando a su nieto de cinco meses. "Los padres trabajan y tuve que ir a cuidarlo, pero ahora he tenido que volver porque se está complicando mucho", explica en relación a la propagación del coronavirus en la capital. En su caso, a la situación en Madrid se une que Nélida padece una enfermedad autoinmune que le llevó a tomar la decisión de regresar a Asturias, donde por el momento las cosas están mejor que en Madrid. "Me quería quedar allí, pero no pude", remarcó.

En el mismo tren viajaba Marina Martínez Casariego, ovetense que estudia un máster en Madrid. Cuando le suspendieron las clases su madre le pidió que regresase a casa. Ahora lo que no sabe es si podrá volver. Marina no hace caso de las noticias falsas que dicen que el lunes Madrid quedará aislada, pero tal como evoluciona la situación no se puede asegurar nada. "Tengo compañeras de piso que tienen que trabajar y no se atreven a salir de Madrid por si la cierran", explica. Reconoce que "hay gente que huye de Madrid", aunque ella se lo toma con más calma y procura hacer vida normal. Lo que sí ha notado es "mucha menos gente en el metro y en los supermercados, arrasados a última hora".

Otros viajeros salían del tren aliviados. "No quiero estar en Madrid", resumía rotunda una joven ovetense que prefirió no dar su nombre.

Paracetamol: receta madrileña antes de hacer un test de coronavirus

El gijonés Francisco Fernández relata la odisea para lograr atención sanitaria en Madrid para su novia, con tos y fiebreOviedo,

V. M.

“Resultó imposible contactar con los servicios médicos y estamos aquí pasando algo que no sabemos qué es con paracetamol”. Lo relata el gijonés Francisco Fernández, que reside en Madrid con su novia. Han sufrido la situación de colapso que, desde el exterior, parecen sufrir los servicios médicos en la capital de España. “He tenido la impresión de que no se quieren hacer tests”, sostiene este ingeniero asturiano.

El pasado lunes, su novia fue a trabajar con algo de tos, pero el martes en su puesto de trabajo sufrió una subida de fiebre hasta 39 grados y ataques de tos. Ella volvió a casa. Francisco Fernández llamó al teléfono habilitado por los servicios sanitarios madrileños para atender posibles casos de infección por coronavirus. “Estuvimos llamando varias veces y cuando nos atendieron nos tuvieron una hora en espera y al final no pudimos hablar con nadie”. Tras tomarse un paracetamol, la fiebre de la chica descendió, pero volvió a aparecer a la mañana siguiente, por lo que volvieron a llamar a los servicios médicos. “Esta vez lo hicimos al 061 y pasó lo mismo, varios intentos, nos pusieron en espera, y al final nos terminaron pasando con un enfermero y le dijimos los síntomas: fiebre, 39 grados, tos. Nos preguntaron si habíamos estado en alguno de los países de riesgo o habíamos estado en contacto con personas que hubiesen dado positivo. No, pero ¿quién lo sabe a estas alturas en Madrid?”, se pregunta Francisco Fernández.

Ante las respuestas negativas, la decisión de los servicios médicos madrileños fue la de que la joven se quedase en casa tomando paracetamol. “El colmo es que salí a hacer una compra y todo estaba arrasado…”, relata Francisco Fernández. Ni él ni su novia saben si padecen o no una infección de coronavirus que combaten con paracetamol en su casa. Mientras les queden existencias…

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