Evitar la sobreinformación, buscar datos fiables, no hablar permanentemente del tema y normalizar lo que sentimos. Son algunos de los consejos que dan los psicólogos para rebajar la histeria desatada por el coronavirus. El rápido aumento de contagiados llevó esta semana a los asturianos a arrasar las estanterías de los supermercados, haciendo acopio sobre todo de papel higiénico, leche y pollo. Este es un claro ejemplo, dicen los expertos, del "nerviosismo, agitación y pánico" que vive una parte importante de la población. Para combatir estas emociones, una de las medidas más efectivas, asegura la responsable del grupo de Psicología de las Emergencias del Colegio Oficial de Psicólogos de Asturias, Angélica Rodríguez, es minimizar el tiempo de exposición a noticias sobre el patógeno de origen chino. "Debemos prestar atención solo a los comunicados oficiales y reducir a una hora el seguimiento de informaciones sobre el virus", recomienda.

Sin caer en la alarma, los expertos aseguran que "lo normal es estar preocupados". Una vez admitido este punto, hay que "tratar de buscar fuentes fiables y no contribuir a la difusión de bulos". Para quien no pueda dejar de pensar en la enfermedad, Angélica Rodríguez aconseja "entretener" al cerebro con otras cosas, como aficiones y así "salir del bucle". En este sentido, remarca la psicóloga, es "muy importante mantener el humor y ver series o películas de comedia", dado que "el tiempo que pasamos riéndonos, no lo pasamos lamentándonos". En el caso de entrar en cuarentena, los profesionales piden aplicar las pautas anteriores y aprovechar el aislamiento para "hacer actividades que habitualmente no podemos realizar por falta de tiempo: leer libros, ver películas, pintar...".

Los psicólogos también recomiendan informar a los seres queridos, incluido menores y ancianos, "de forma realista". "No hay que mentirles, hay que proporcionarles explicaciones veraces y adaptadas a su nivel de comprensión", explican.