La gijonesa Nazaret Torre solo ha estado una vez en la India y complicado será que vuelva. Por una tos, que las pruebas médicas a las que se sometió diagnosticaron como un resfriado, se vio obligada a pasar casi una jornada entera aguardando en un sucio camastro de un hospital público de Mumbai hasta descartar por segunda vez que no estaba infectada de coronavirus. Una condición sine qua non le era imposible salir del país. "El trato ha sido marginal. Pedí un vaso de agua a las once y hasta las cuatro de no me lo trajeron", relata.

El calvario fue breve, pero intenso. Torre llegó a la India hace una semana por cuestiones laborales. Trabaja para una empresa de venta de artículos electrónicos de segunda mano. Tuvo la mala fortuna de constiparse. La tos, llamativa en ella al ser fumadora, no tardó en aparecer. Y con ella, las suspicacias en el hotel en el que se alojaba. "Me hicieron pruebas y dieron negativo. No podía estar infectada porque estuve con mucha gente y nadie más tenía síntomas. Me llegaron a inyectar un medicamento que estaba caducado desde hace cuatro años", relata.

Aún así, el temor entre los clientes del hotel no amainó. Ayer, mientras desayunaba y tosía prominentemente, los trabajadores del resort la invitaron a irse. Le pusieron como requisito para seguir alojada volver a someterse a las pruebas para descartar el coronavirus, esta vez en un hospital. "Me metieron en una sala con 50 camas y con otras personas. La cama que me tocó estaba muy sucia, llena de mierda. Eran unas condiciones lamentables", apunta nerviosa la asturiana.

Alrededor de 12 horas tuvo que esperar Nazaret Torre para obtener el documento que acreditara ante las autoridades médicas índicas que no era portadora de un virus del que hasta ayer se habían registrado medio centenar de casos en la India. Con ese documento en su poder, la gijonesa abandonó el centro médico, con el susto todavía en el cuerpo. "Ha sido todo caótico. Es la primera vez que estoy en la India y no creo que vuelva", relataba por teléfono una mujer en cuarentena forzosa casi un día entero por un catarro.