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Vacaciones forzosas: alivio y jaqueca por igual

Un positivo por coronavirus en el Santo Ángel de Avilés obligó a un cierre apresurado a mediodía l Familias y docentes aplauden la decisión del Principado "por el bien común"

Familias a las puertas del colegio Santo Ángel, en Avilés. M. VILLAMUZA

"Nos mandan unos días de vacaciones para que no nos peguemos un virus malo". Esta era la explicación que daba, a las puertas del colegio, una de las alumnas de Primaria del Colegio Santo Ángel de Avilés. A las 11.57 horas de ayer, el centro avilesino anunciaba el cierre tras dar positivo en coronavirus un alumno. Las familias debían recoger a sus hijos a partir de las 12.30 horas y más de uno abandonó su puesto de trabajo a la carrera para sobrevivir a tan repentina decisión.

El mismo centro educativo informaba el pasado martes a las familias de que uno de los padres había sido diagnosticado de COVID-19 y permanecía en aislamiento domiciliario siguiendo las instrucciones de los servicios sanitarios. "Sus hijos no han presentado ningún síntoma, han estado separados de sus padres en otro domicilio y no están acudiendo al centro. Mantendremos informada a toda la comunidad educativa ante cualquier novedad que se produzca al respecto, y les rogamos la máxima tranquilidad y la colaboración y responsabilidad lógicas en estos casos", argumentaban los responsables del colegio. Pero, ayer, el positivo de un alumno, confirmado a través de la consejera de Educación, obligó a suspender de manera definitiva las clases. Hoy, como el resto de centros educativos de la región se mantendrá cerrado. Pero el Santo Ángel fue el primero de todos los colegios de Avilés y durante la mañana los mensajes de WhatsApp alertaban de nuevos cierres: "Hay más colegios, e institutos, habrá que ir a recoger a los críos, ¿qué hacemos ahora?", se preguntaban otros padres. La confirmación llegaría unas pocas horas después.

"Había que hacerlo. Está muy bien. Tarde o temprano es probable que nos infectemos todos. Ahora lo que toca es luchar por el teletrabajo". José Fernández recogió ayer a mediodía a sus hijos Pedro y Enrique, de 10 y 8 años, en el colegio La Gesta de Oviedo. El gobierno del Principado acababa de anunciar una medida drástica, el cierre de los centros educativos no universitarios de la capital asturiana durante, al menos, 14 días para evitar la propagación del coronavirus.

"Es una medida necesaria que debería haberse tomado antes": los padres de Oviedo reciben sin sorpresas el anuncio de cierre de los colegios

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La lista incluye colegios, institutos, escuelas de educación infantil, centros de idiomas, centros de enseñanza de adultos y centros de enseñanzas musicales, artísticas y profesionales. El anuncio dio un estrechísimo margen a los docentes y a las familias para salir del shock y organizarse. La respuesta fue buena. La mayor parte de los afectados defendió la medida "por el bien común", pero a renglón seguido denunció falta de conciliación laboral y familiar.

El jefe de estudios del IES Aramo, en el barrio de Llamaquique, colgó en la web de su instituto de secundaria el comunicado de la Consejería de Sanidad poco después de haberlo recibido. Como el cierre se hace hoy efectivo, ayer por la tarde todavía se impartía clase en el centro y muchos alumnos no acababan de creerse la noticia. Un grupo de chavales del ciclo formativo superior de Iluminación, Captación y Tratamiento de la Imagen hacía tiempo en la entrada para entrar en el aula a eso de las tres y media de la tarde.

Todos consultaban la prensa en el móvil enterándose en ese mismo momento de que al día siguiente no tendrían clase. "Es alucinante. Ayer los profesores nos dijeron que nos comunicarían cualquier cambio y no sabemos a qué atenernos. Esto cambia de un momento a otro, no de un día para otro", dijo uno de los alumnos. Aurora Méndez, de 60 años, estaba hasta aliviada. Como abuela y principal cuidadora de su nieta, llevaba días reclamando la clausura de todos los colegios. "Lavo mis manos y las de la niña con gel desinfectante a diario y limpio con lejía buena parte de la casa. Esto del colegio era una necesidad", explicó en la puerta de la Gesta.

En la misma línea, el presidente de la Asociación de Madres y Padres del colegio San Ignacio (uno de los primeros que se clausuraron temporalmente en la capital como medida de prevención) abogó por "asumir" la nueva situación y "aceptarla con la mayor naturalidad posible" haciendo ver a los niños que no están de vacaciones. Así, los equipos docentes se afanan ahora en preparar las materias en internet con ejercicios y lecturas de todas las asignaturas especialmente dedicados a los estudiantes del ciclo de Primaria en adelante.

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