La diócesis de Roma, que el miércoles decidió cerrar todas sus iglesias debido a la expansión del coronavirus, ha decidido reabrir todas las parroquias. Esta determinación se toma después de que el Papa Francisco advirtiera a los sacerdotes de que "las medidas demasiado drásticas no siempre son buenas". "El nuevo decreto contiene la indicación de dejar abiertas las iglesias parroquiales y las que son sedes de las misiones", subraya el nuevo decreto firmado por el vicario general para la diócesis de Roma, Angelo Cardinale De Donatis. El resto de iglesias no parroquiales permanecerán cerradas y se dispensa a los fieles de asistir a la misa dominical hasta el 3 de abril.