Los alumnos que acaban segundo curso de Bachiller y se tienen que enfrentar a la EBAU tendrán que esperar al próximo martes, día 17, para saber cuándo se examinarán. El Ministerio de Educación ha convocado para ese día, junto con el Ministerio de Universidades, una reunión telemática con las comunidades autónomas y la Conferencia de Rectores para que la prueba de acceso a la universidad se adapte a las nuevas circunstancias. Por otro lado, la Comisión de Organización de la PAU para mayores de 25 años ha decidido posponer la prueba, que se iba a celebrar el 20 y 21 de marzo, al 17 y 18 de abril.

La intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declarando el estado de alarma en el país, puso punto y final a la revuelta de los profesores asturianos, que llegaron a declararse en rebeldía y anunciaron que el lunes no acudirían a las aulas. Sánchez, sin saberlo, resolvió la situación, después de días de incógnitas, de informaciones poco claras y contradictorias y de un encierro de varias horas de los representantes de los docentes de la educación pública en el Principado el primer día sin clase por la crisis del coronavirus.

Mientras las aulas estaban vacías de alumnos, los profesores se movilizaban por tener que acudir igualmente a los centros. De hecho, en muchos colegios e institutos los docentes llegaron a declararse en rebeldía a última hora de la mañana, y comunicaron a la Consejería de Educación que el lunes no acudirían a los centros y aplicarán el teletrabajo desde sus domicilios. Igual que los alumnos.

Los representantes sindicales cargaron con dureza contra la Consejería de Educación por poner en riesgo a "unos 16.000 docentes y a sus familias," haciéndoles acudir a los centros educativos, donde "no hay salas habilitadas donde se pueda guardar la distancia mínima de seguridad de un metro y medio, y los ordenadores se comparten y están sin higienizar". En algunos centros educativos el claustro de profesores se reunió en los patios.

Gumersindo Rodríguez, de ANPA, calificó la situación de ayer como "un caos completo, un desbarajuste absoluto por falta de liderazgo".

Maximina Fernández, de UGT, lanzó un irónico mensaje de tranquilidad a "la clase política": "Que no se preocupen, que el profesorado va a cumplir con su trabajo y su responsabilidad, como lo hace siempre, aunque sea con teletrabajo".

Borja Llorente, de CC OO, mostró su preocupación por los alumnos de educación especial y aquellos que por sus circunstancias personales no pueden utilizar las nuevas tecnologías. "Se tomaron medidas de manera arbitraria y generó enormes problemas que deberían de haber pensado que se iban a plantear", señaló.

La Consejera de Educación, Carmen Suarez, aseguró ayer que el Principado buscará alternativas para no interrumpir la enseñanza del alumnado que no disponga de las plataformas virtuales que permiten trabajar a distancia, y que trabajará para plantear "actividades concretas" que puedan llegar a los alumnos a través de correo electrónico o páginas web. Suárez admitió que estas plataformas virtuales no llegan a la totalidad del alumnado de la región, y que en los casos de educación especial e infantil es "complicado" continuar la enseñanza por esta vía.

La directora general de Ordenación, Evaluación y Equidad, Paula García, destacó el incremento de equipamientos y plataformas digitales que se han ido incorporando en el ámbito educativo.