La Jefatura Superior de la Policía Nacional confirmó ayer que uno de sus agentes, adscritos a la Comisaría de Avilés, había dado positivo en coronavirus, es decir, que había contraído la enfermedad COVID-19. Los responsables jerárquicos del funcionario público le habían ordenado quedarse en casa desde el momento en que tuvieron conocimiento de los primeros síntomas. La hipótesis es que el policía avilesino habría contraído el virus de Wuhan en un reciente viaje a Madrid, a comienzos de mes.

El positivo en coronavirus ha provocado el confinamiento en sus domicilios de sus compañeros de turno, en un principio, media docena de trabajadores públicos. Estos agentes están ahora a la espera de que se les practique el test de COVID-19. La Comisaría, por su lado, ha activado todos los protocolos previstos para contener posibles nuevas afectaciones. Los mandos avilesinos se han implicado con sus trabajadores desde el primer minuto en que tuvieron conocimiento de la infección. Las decisiones siguientes están en manos del Ministerio del Interior.

Los cuerpos de seguridad del Estado siguen unas consignas de autoprotección que se ponen en marcha en cuanto se manifiesta el primer síntoma de la enfermedad (tos, fiebre...). Tras comunicarlo, el agente se encierra en su casa y, posteriormente, aguarda a que se le haga el test correspondiente. Esta ceremonia es la que han seguido tanto el agente infectado como sus compañeros.

La afectación del trabajador avilesino de la Comisaría de la calle Río San Martín es la primera de un agente asturiano de la Policía en el Principado.

Súper cerrado

Por otra parte, ayer también se produjo el primer cierre de un supermercado como consecuencia de la acción del coronavirus. Concretamente, fue en la tienda de Supercor de Luanco, en la calle de la Teya.

Ordenaron el cierre del local ayer al mediodía tras conocerse el positivo por coronavirus de una cajera de la plantilla. La afectada fue apartada el jueves de su puesto de trabajo al presentar los primeros síntomas siguiendo el protocolo que marcan las autoridades sanitarias así como los propios servicios médicos de El Corte Inglés.

La noticia sorprendió a los luanquinos que durante la mañana realizaron su compra con normalidad en el establecimiento. Fue el caso de Lourdes Méndez y Pablo Castro que al ver cerrado el local quedaron sorprendidos. "Estuvimos por la mañana comprando, me acabo de quedar helado", comentó Pablo Castro. El luanquín, con cierta preocupación, esperaba que "se haya actuado a tiempo". La noticia cogió de sorpresa a algunos vecinos. Mari Carmen Suárez, que se aproximaba al establecimiento para hacer la compra, aseguró: "Ya lo tenemos muy cerca, mucha gente hasta que no lo ve tan próximo no se conciencia de lo que puede pasar".

Al conocerse el positivo en la empleada del supermercado luanquín, el resto de la plantilla fue desalojada del local y enviados a sus respectivos domicilios para realizar la pertinente cuarentena. La tienda, según aseguraron desde la empresa, será desinfectada y permanecerá cerrada para evitar cualquier tipo de contagio.

Para evitar la infección las autoridades recomiendan lavarse las manos con frecuencia con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón (en este caso el lavado será de al menos 20 seg). También ordenan medidas de higiene como cubrirse la boca y la nariz con el codo al estornudar. Usar un pañuelo de papel una única vez y después tirarlo. Si aún así se descubren síntomas, llamar al 112.